Parece un chiste, pero no lo es. En las góndolas de los supermercados de la gran provincia yerbatera de Misiones, los paquetes de yerba de origen nacional pelean por conseguir espacio ante el ingreso bastante notable de yerba de Paraguay y Brasil.
Como si eso fuera poco, molinos de esa provincia anunciaron en los últimos días con bombos y platillos que importarán marcas extranjeras. Esto fue lo que denunció con gran preocupación la Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM), en medio de una cosecha que está reputando después de un 2020 difícil, que dejó una merma en la producción.
“La Yerba Kurupí, que es la yerba paraguaya empaquetada, hacía un tiempo que se veía en algunos supermercados, pero ahora se ha vuelto generalizada. Y ahora el molino Mate Rojo, que tiene plantaciones de yerba, secaderos y hasta marca propia, anunció que importará Yerba Canarias, de Brasil. Yo sé que en algunas partes de Buenos Aires y Entre Ríos ya se conseguía, pero que un molino de la zona se haga importador es un golpe bajo”, dijo a Bichos de Campo Cristián Klingbeil, presidente de la APAM.
La única noticia alentadora para los productores es que por el momento los precios que se exigen en los supermercados superan por al menos 100 pesos a los de las marcas nacionales. Si el medio kilo de yerba local se mueve entre los 140 y los 200 pesos, el medio kilo de yerba paraguaya supera en algunos casos los 300 pesos.
A esta situación hay que sumarle también la importación que se realiza de yerba canchada desde esos dos países, es decir la yerba gruesa que se termina de moler en los molinos nacionales.
“Según los números a los que pudimos acceder, se está comprando yerba a 1,31 dólares, lo que equivaldría a 135 pesos aproximadamente según el dólar oficial, y nuestra yerba se está comercializando por arriba de los 160 pesos”, indicó Klingbeil, quien también integra el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), como director suplente por el sector productivo.
¿Y por qué se importa yerba? El presidente de APAM explicó que dada la merma en la producción que se dio en 2020 -causada por una conjunción de malos precios, malas condiciones climáticas y falta de inversiones que repercutieron en los rendimientos-, y el aumento en el consumo interno en medio de la crisis sanitaria, los molinos nacionales comenzaron a adquirir stocks extranjeros. Este tipo de operaciones, además, se ven ayudadas porque se realizan al valor del dólar oficial.
“A eso hay que sumarle que a Paraguay y a Brasil le estaban sobrando kilos de yerba y empezaron a reforzar su venta. Como el volumen importado era importante, esos países comenzaron a acomodar el precio. Se había empezado con un dólar y monedas, y fue subiendo hasta llegar al valor actual de 1.30 dólares”, sostuvo Klingbeil.
Según datos del Ministerio de Agricultura nacional, entre enero y agosto de este año se llevan importadas 29.571 toneladas de yerba mate, un 12% más respecto de las 26.449 importadas en igual lapso del año pasado. En valor, en tano, esas compras bajaron un 8%, lo que demuestre lo competitiva que se ha vuelto la yerba de Brasil y Paraguay. En total, la Argentina lleva gastados 21,7 millones de dólares.
Este contexto supone una complicación mayor este año, ya que Argentina podría cerrar este ciclo productivo superando el récord de producción de 2019 que fue de 837 millones de kilos de hoja verde. Según las declaraciones juradas recolectadas por el INYM, en agosto de este año ingresaron a los secaderos de la zona productora 130,1 millones de kilos de hoja verde, y en el período que va de enero a agosto, los ingresos de hoja verde sumaron 768 millones de kilos.
“Se nota que están entrando muchos yerbales nuevos en producción. Hace poco salió la limitación de las plantaciones por parte del INYM, pero los yerbales que se plantaron en los últimos tres o cuatro años están haciendo que estemos teniendo una cosecha bastante significativa contra todo pronóstico. Lo grave de esto es que los molineros hicieron un stock con yerba importada, y si no se hace algo para o desalentar la importación corremos el peligro de que quede producción en nuestras chacras”, afirmó con pesar el dirigente de los colonos misioneros.
El actual presidente del INYM, Juan José Szychowski, también resaltó la preocupación por esta situación, aunque consideró que el sector no tiene mucho por hacer, ya que los movimientos del dólar y el régimen de las importaciones son cuestiones del gobierno nacional.
“Lo que tiene que entender el gobierno es que con estos dólares de importación, de exportación, con los costos que manejamos y con nuestro esquema tributario y laboral, se arma un combo que no nos deja competir con nadie. No me sorprendería que las marcas de yerba importada bajen sus precios para competirnos en frente de nuestras narices”, concluyó Klingbeil.