Ya está prácticamente finalizada la siembra de trigo en la Argentina: solamente faltan unos pocos lotes en la provincia de Buenos Aires que se completarán en los próximos días.
Pero los cultivos de trigo en los estados más avanzados, localizados en el norte argentino, no la están teniendo fácil, situación que comparten con sus partes de Paraguay y Brasil.
“A las condiciones restrictivas de humedad del norte y centro-oeste del área agrícola, se adiciona el incremento de las temperaturas, interrumpido por eventos de heladas, que incrementan la demanda de agua, afectando en mayor medida a los cuadros más avanzados”, alertó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El aumento de las temperaturas de las últimas semanas provocó una mayor demanda de humedad por parte del cereal sembrado en el norte argentino, fenómeno que fue seguido por la irrupción de días fríos que promovieron daños en los cultivos, con el agravante de que no se prevén precipitaciones importantes en los próximos días.
“Similar escenario se releva sobre el centro del área agrícola, donde la fluctuación entre temperaturas altas y bajas continúan afectando sobre todo a los cuadros situados al oeste, donde hay menor reserva de humedad en el perfil. Por otro lado, se han informado focos aislados de arañuela y pulgón, pero con baja incidencia hasta el momento”, añadió la Bolsa de Cereales.
En las provincias de Buenos Aires y La Pampa –donde se concentra la mayor parte de la superficie argentina de trigo– continúa la implantación de los últimos lotes con limitada humedad superficial y esperando la recepción de aportes de agua pronosticados para la semana entrante.
“Los cuadros ya implantados en general se encuentran en expansión de hojas, demorados por las bajas temperaturas, pero manteniendo una buena condición de cultivo”, indicó el informe de la Bolsa de Cereales.