La Argentina está acostumbrada desde hace décadas a tener un mercado cautivo para su trigo en Brasil, su principal socio en el debilitado Mercosur. Por eso se anima a experimentos inusuales en el mercado internacional, como impulsar un trigo transgénico o poner un techo repentino a sus exportaciones del cereal, como sucede ahora a partir de la instauración formal de los “volúmenes de equilibrio”.
Disfruta la Argentina de su buena fortuna: su cantera de trigo parece inagotable y tiene cliente seguro en el país más cercano.
¿Hasta cuándo?
Ha concluido la cosecha de trigo 2021/22 y según destacan los medios locales, Brasil ha registrado la mayor producción de cereales de su historia, con 7,8 millones de toneladas de trigo.
Según datos publicados por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), que depende del Ministerio de Agricultura, Brasil produjo este año un 25% más de trigo que en la zafra anterior. Y eso que soportó múltiples adversidades, como la falta de lluvia en algunos momentos y las fuertes heladas en otros.
En Rio Grande do Sul, estado vecino a la Argentina, se cosecharon 3,4 millones de toneladas. La superficie sembrada allí, de 1,17 millones de hectáreas, fue la segunda más grande de la última década, y la productividad media del trigo en el estado creció alrededor del 31% con respecto a la cosecha anterior, pasando de 2,207 kilos por hectárea a 2,893 kilos.
En Paraná, en cambio, la producción estuvo por debajo de las expectativas, pero aún presentó cifras relevantes. “Había una expectativa de producción récord de casi 4 millones de toneladas de trigo, pero con la ocurrencia de algunos problemas climáticos, el Estado cosechó 3,2 millones de toneladas”, indicó el analista de trigo del Departamento de Economía Rural de Paraná, Carlos Hugo Godinho, según dice el sitio especializado Agrolink.
Entre los problemas que resultaron en la reducción del volumen cosechado se encuentran las lluvias previas a la cosecha, observadas en algunas regiones, y la ocurrencia de heladas. “Pero en general, la sequía fue el factor más impactante de esta cosecha”, destaca Godinho.
Esta mayor holgura en la producción brasileña no quiere decir que el cereal les alcance. Por el contrario, según la propia Conab, la demanda del vecino país llegará a 12,5 millones de toneladas en la campaña 2020/21. Eso obliga al vecino país a importar cerca de 6 millones de toneladas anuales. En esa situación descansa todavía la Argentina, que provee la mayor parte de ese cereal. Ocasionalmente en el norte de Brasil ingresan cargas de trigo ruso, estadounidense o canadiense, pero a costos mucho más elevados.
Algo que pesó definitivamente en la decisión de siembra de los agricultores fue la fuerte suba de los precios del cereal en el mercado internacional. Por eso hubo una clara decisión de muchos productores locales de incorporar el trigo en sus rotaciones.
Según el gerente comercial para América Latina de Biotrigo Genetica, Fernando Michel Wagner, las regiones más cálidas de Brasil -que siembran trigo en secano- tuvieron el mayor desafío para esta cosecha debido a la falta de lluvias. “Además de algunas regiones de Paraná, este escenario se repitió en el Cerrado, al oeste de Santa Catarina y al noroeste de Rio Grande do Sul. Junto a la falta de lluvia, algunas regiones registraron exceso de humedad durante la floración del cultivo, con la ocurrencia de Fibberella, que requirió esfuerzos extra en el procesamiento de granos y, como resultado, en la comercialización ”, dice.
Las regiones de la Meseta Media y Campos de Cima da Serra, en Rio Grande do Sul, Campos Novos, en Santa Catarina, y Campos Gerais y suroeste, en Paraná, fueron fundamentales para que Brasil alcanzara esta cosecha récord. La combinación de un clima adecuado, un manejo ajustado y una genética de alto potencial creó un escenario perfecto, lo que llevó a las regiones a cosechar una cosecha histórica, relata Agrolink.
Según Wagner, aun con los costos de todos los cultivos en niveles más altos en comparación con el ciclo que termina, el productor de trigo tuvo evidencia de la importancia que tiene el cereal en la composición de sus ingresos. “Con un escenario de dudas en la actual cosecha de soja y maíz en el verano, el trigo debe continuar como una opción firme para el 2022”, opinó.