Por Nicolás Razzetti.-
Las lluvias del fin de semana volvieron a complicar a una importante región productiva de las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Los municipios de Bolívar, Azul, Tapalqué, Carmen de Areco y Pilar, son algunos de los que recibieron más de 100 milímetros en los últimos dos días. También sucedió lo mismo en la localidad de Embajador Martini, La Pampa.
El exceso de precipitaciones de los últimos meses está atrasando los engordes y generando pérdidas económicas debido a que el barro reduce los niveles de conversión, obligando a una mayor permanencia de los animales en los feedltos. La cría vacuna también se ve perjudicada, ya que las vacas están pariendo sin piso, en campos encharcados o inundados.
Según estimaciones preliminares de algunos analistas, se podrían perder cerca de 300.000 terneros (3% de la zafra), pero más significativo sería el impacto en la producción de terneros de 2019, debido a que, por el mal estado de los campos, fallarían las preñeces de las vacas.
El clima excesivamente húmedo también impacta en la agricultura. De acuerdo con el revelamiento de las Bolsas de Cereales, quedaron lotes de trigo sin sembrar, pero también podría haber una reducción del área destinada a la gruesa, lo que lleva a una re-negociación de los alquileres rurales, que este año cerraron en niveles similares a los de 2016.
El presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), Mariano Maurette, explicó que en las zonas afectadas, los arrendatarios están re-pactando los arrendamientos en función de la superficie que efectivamente se pueda sembrar, y en función del riesgo del negocio, lo que en la práctica significa un mayor pago a porcentaje de acuerdo a lo que se coseche.