Aunque a todas luces resulta bastante prepotente la decisión europea de comenzar a prohibir las importaciones de alimentos y otros productos hechos a partir de materias primas obtenidas en zonas que han sufrido procesos de deforestación a partir de 2021, pues limitaría las posibilidades de países que están lejos de los niveles de desarrollo obtenidos por los propios europeos, hay organizaciones argentinas que las han valorado, como herramienta para poner freno a un proceso de tala indiscriminada que afecta el clima de todo el planeta.
Un caso es el de la organización ambiental Fundación Vida Silvestre, que no ocultó su beneplácito por la definición de los europeos que podrías alterar las cosas en los mercados de carnes, soja, palma y otros commodities agropecuarios.
“La nueva reglamentación es un hito en el compromiso por garantizar el fin de la deforestación global. Esta nueva ley impulsa a cambiar las políticas y los mecanismos actuales para alcanzar un sistema de trazabilidad que nos permita detener la deforestación y degradación forestal por las actividades productivas”, indicó Manuel Jaramillo, director general de la Fundación, en un comunicado.
Para el ambientalista, que suele tener posiciones conciliadoras con el sector agropecuario, al menos frente a posiciones mucho más antagónicas, cree que la ofensiva europea marca un camino claro a seguir: “Redefinir los modelos productivos y contar con sistemas confiables de monitoreo, que contribuyan eficazmente a la conservación de los bosques y ecosistemas naturales y que reduzcan los impactos socioambientales negativos de la actividad agropecuaria en nuestro país”.
En este sentido, Vida Silvestre recordó que “existe una clara relación entre el consumo de los países europeos -especialmente de soja y carne vacuna- y varios de los principales Frentes de Deforestación identificados mundialmente, incluyendo el Cerrado y el Amazonas en Brasil y el Gran Chaco en Argentina y Paraguay”.
La semana pasada, la Unión Europea aprobó una nueva Ley que busca garantizar que los productos importados a la región no hayan sido producidos en tierras deforestadas, poniendo una fecha de corte a partir de 2021 (se supone que lo que haya sido deforestado antes no sería objetado). Esta es la primera vez en el mundo que se vincula la deforestación con el comercio de materias primas. Se especula que la UE así reducirá significativamente la huella de carbono y otros ataques a la naturaleza, aunque para hacerlo limitaría las posibilidades de progreso en otras regiones del planeta.
Ahora el Parlamento Europeo y el Consejo tendrán que adoptar formalmente el nuevo Reglamento y, una vez que entre en vigor, los operadores y comerciantes tendrán 18 meses para implementar las nuevas reglas. Las micro y pequeñas empresas gozarán de un mayor período de adaptación, así como de otras disposiciones específicas.
Aceite de palma, ganado, soja, café, cacao, madera y caucho, así como productos derivados (como carne, muebles o chocolate) han sido elegidos sobre la base de una evaluación de impacto exhaustiva que los identifica como los principales impulsores de la deforestación debido a la expansión agrícola.
Para Vida Silvestre no se trata de una medida perjudicial sino de un límite necesario para comenzar a cuidar de otro modo zonas sensibles del planeta que se están viendo presionadas.
De todos modos, la ONG argentina también apuntó algunos aspectos negativos de la nueva normativa.
“A pesar de una fuerte movilización ciudadana, los tomadores de decisiones excluyeron algunos elementos importantes: decidieron no apoyar la propuesta del Parlamento de extender el alcance a otras tierras no boscosas como las sabanas y pastizales, dado que muchas de ellas ya están bajo una inmensa presión por la conversión agrícola. Estos ecosistemas son importantes almacenadores de carbono y hábitat para muchas especies silvestres, además de proporcionar medios de vida para los pueblos originarios y las comunidades locales”, lamentó.
Se supone que la Comisión llevará a cabo una evaluación de impacto sobre la viabilidad de incluir otros ecosistemas naturales y revisará esta opción un año después de la implementación de la ley.
“Otra oportunidad perdida fue la falta de reconocimiento de los derechos humanos, en particular de los pueblos originarios y las comunidades locales. El texto actual limita el alcance de los derechos humanos a las leyes nacionales y no hace referencia a las convenciones internacionales”, se quejó la ONG.
Para Vida Silvestre, esta mayor exigencia no repercutirá negativamente en la matriz productiva de Argentina sino una oportunidad de reconvertirse en dos sentidos: mayor sustentabilidad y trazabilidad.
“Para resolver el conflicto entre la producción de alimentos y la conservación de la naturaleza, es necesario, por un lado, transformar los actuales sistemas alimentarios a gran escala para lograr que sean compatibles con la alimentación de una población global en crecimiento, con el mantenimiento de los servicios que brindan los ecosistemas y con la conservación de la biodiversidad. Y, por el otro lado, es imprescindible contar con información que permita diferenciar aquellos productos provenientes de un manejo sustentable de los que provienen de sistemas de producción con alto impacto socioambiental”, se explicó.
“Desde Vida Silvestre venimos trabajando con varios sectores para lograr que las exportaciones de carne vacuna de Argentina sean libres de deforestación y conversión. En ese sentido, hemos avanzado con la provincia de Santa Fe en la construcción de un sistema de trazabilidad para asegurar carne y cuero vacuno libre de deforestación o conversión de ambientes naturales en el territorio provincial y garantizar que todo el proceso de producción sea bajo estándares de cuidados ambientales. Consideramos que esta experiencia puede ampliarse al resto del país”, pusieron como ejemplo.
La otra posibilidad de seguir haciendo las cosas como hasta ahora, según este mirada, será peor. “Seguir transformando ambientes naturales tendrá efectos sobre el clima, la provisión de agua, la estabilidad y calidad de los suelos y, en consecuencia, sobre la misma producción de alimentos, afectando no sólo a la seguridad alimentaria global, sino también al principal sector exportador de la economía argentina”, apuntó la organización.
Buena medida de los europeos. Insuficiente, al no incluir sabanas y pastizales, pero un paso en la dirección correcta.
Muy muy bueno, que dice?, Que detiene el desarrollo?, Mira como nos va a nosotros con el desarrollo, Miles de has deforestadas, en los del desarrollo y bolsillo de multinacionales. Muy bueno, hay que tirar hasta donde se debe.
Se les va a venir una hambruna, Argentina negacionista, la ley Bonaso ,
Muy buena medida, algo tardía aunque la celebro. Hace años que nuestro país, entre otros de la región, se adeudan el darle impulso al aprovechamiento sustentable de sus propios recursos naturales (productos maderables y no maderables, carnes de ganado obtenida en sabanas boscosas adecuadamente manejadas y carnes de monte de especies nativas y otros productos derivados del adecuado manejo de la fauna silvestre) generados genuinamente dentro de los mismos ecosistemas boscosos que, en estas últimas décadas de avance agrícola, han sido arrasados.
Creo que estamos a tiempo, en este caso forzados por normativas de extranjeras, a resguardar las masas boscosas autóctonas remanentes y generar modelos de producción y desarrollo acordes con su conservación y adecuado manejo.