A contramano de lo que sucede en la Argentina, Brasil este año incrementará el volumen relativo de procesamiento de soja para aprovechar los elevados precios internacionales del aceite de soja, el cual, al tratarse de un insumo esencial para elaborar biodiésel, se encuentra muy demandado en un escenario de progresivo encarecimiento del petróleo.
El informe mensual de evolución de cultivos publicado hoy por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) indicó que la cosecha esperada de soja para este año es de 124,2 millones de toneladas, mientras que en la campaña había sido de 138,1 millones.
Mientras que a comienzos de este año aún se esperaba lograr una cosecha de soja de 140,5 millones de toneladas, el ajuste da cuenta del enorme impacto generado por el desastre climático localizado en el sur de Brasil.
Sin embargo, en el ciclo comercial 2021/22 Conab proyecta que Brasil logrará exportar 18,6 y 1,80 millones de toneladas de harina y aceite de soja, respectivamente, un volumen superior al del ciclo anterior.
La explicación detrás de ese fenómeno es que, debido a los buenos márgenes de rentabilidad de la industria aceitera, se priorizará la elaboración de harina y aceite de soja frente a la escasez relativa de oferta generada por el impacto de la sequía.
El crecimiento de la oferta exportable de harina y aceite de soja por parte de Brasil representa una competencia directa para la Argentina, dado que ambos productos son los mayores generadores de divisas de la economía del país gobernado por Alberto Fernández.
Por otra parte, la cosecha de maíz tardío viene mejor de lo que se estimaba inicialmente en algunas regiones de Brasil, razón por la cual Conab elevó a 115,2 millones de toneladas la proyección de producción total del cereal para el ciclo 2021/22, mientras que un mes atrás la misma se ubicaba en 114,5 millones. La oferta exportable prevista para el presente ciclo comercial se mantuvo en 37,0 millones de toneladas.