Los directivos de la aceitera Vicentin SAIC anticiparon esta noche que estudian efectuar una oferta a sus acreedores con una quita del 70% de los montos originales que les deben. En reuniones con una serie de medios de prensa, entre los cuales no figuró Bichos de Campo, también dijeron que avanzan en la conformación de una “Nueva Vicentin”, que conservará solo un 10% de sus viejos dueños y tendrá tres nuevos accionistas potentes: las cerealeras Viterra (ex Glencore), ACA y Molinos Agro.
Tanteando la reacción de los acreedores, porque todavía no se trata de una oferta formal presentada ante la justicia sino un anticipo de los “lineamientos”, se adelantó que la compañía planea ofrecer una quita del 70% respecto de la deuda consolidada de 1.573 millones de dólares. Esto deja para repartir solamente 485 millones de dólares entre unos 1.700 acreedores de todo tipo y tamaño. Es el 30%.
La empresa, que ingresó en estrés financiero en diciembre de 2019 y dejó un tendal de productores, cooperativas y acopios sin cobrar por sus granos, está en concurso de acreedores desde febrero de 2020 y ya están venciendo los plazos que fijo el juez Hernán Lorenzini para que presente una propuesta definitiva a sus acreedores. Si no se acepta, se declararía la quiebra.
Pero en el medio, esas tres compañías mencionadas (que son socias o usuarias de las instalaciones de Vicentin) analizan quedarse con los activos y tomar la mayoría accionaria de la aceitera que llegó a concentrar, hace apenas dos años, casi 9% del total de las agroexportaciones argentinas. En las negociaciones, prometieron poner de inmediato 300 millones de dólares para que la aceitera pueda volver a trabajar a pleno y honrar los compromisos que asuma ante sus acreedores.
Esta ante-propuesta intenta conformar primero a los acreedores comerciales, entre los que se cuentan los productores y todos aquellos cuyos “muertos” han sido pesificados en el concurso de acreedores. Para seducirlos a que acepten esta oferta sin manifestar reparos, los directores de Vicentin ofrecen cancelar la deuda de unos 1.100 pequeños productores más rápido. Con quita pero de un saque.
¿Cómo se haría eso? A todos los acreedores se les pagaría de inmediato una primera cuota de 20 mil dólares. Eso -según sus cuentas- cancelaría el pasivo acumulado por más de un millar de pequeños acreedores. Para el resto, incluyendo a los bancos, se plantean pagar los saldos en trece cuotas, a partir de 2024.
A los acreedores “agrarios”, como los llaman los directores de la compañía en concurso, se les ofrece “dolarizar” la deuda al tipo de cambio Banco Nación del día de inicio del concurso, en febrero de 2020. En ese momento el dólar costaba casi 61 pesos y lo que se pesificaría es una deuda total de 32.108 millones de pesos (esto da 526 millones de dólares). Con este argumento, los vicenticos afirman que la quita real a ese segmento sería de solo 50%. A principios de agosto, en una propuesta inicial presentada al juzgado, se hablaba de una quita de 75%.
La inyección de capital (los mencionados 300 millones de dólares) de los tres flamantes socios que ingresarían a la Nueva Vicentin, si es que se concretan estas tratativas y la mayoría de los acreedores acepta esta oferta, permitiría generar los recursos para honrar las 13 cuotas millonarias con los acreedores de valía peso, entre los que se destacan varios bancos internacionales y el Banco de la Nación, que arrancó perdiendo unos 200 millones de dólares en esta crisis empresaria.
En sus charlas con periodistas de los diarios, los ejecutivos que reemplazaron hace meses a los dueños de la compañía -que pertenecían a la familia Vicentin, de mucha historia y arraigo en las ciudades de Reconquista y Avellaneda, en el norte santafesino-, aclararon que quienes llevaron el barco a chocar con el iceberg también son “víctimas” de la situación, pues perderán el control de la aceitera y conservarían apenas 10% del capital social.
Si esta oferta prospera, dijeron los directivos, se formalizará en los próximos días la propuesta formal ante el juzgado de Lorenzini.