Guillermo Cal trabajó durante 18 años como genrente de Casafe, la cámara que reúne a las empresas más grandes de fitosanitarios en el país. Hoy jubilado, continúa ligado al sector y atento a las nuevas tecnologías. Nos lo encontramos días atrás en la presentación del nuevo trigo transgénico desarrollado por la empresa argentina Bioceres, de la cual Cal fue uno de los primeros accionistas.
Inevitable preguntarle a Cal, como veterano de esa industria, qué piensa de la polémica instalada por el uso de agroquímicos y los peligros que implican esos insumos para la salud de las personas y el medio ambiente. Su palabra es de las más autorizadas. Cuando él comenzó a trabajar en Casafe, a principios de los ’90, fue de los pioneros en impulsar el “triple lavado” y el reciclado de los bidones, que son materia todavía pendientes en en el país.
“La industria siempre estuvo acostumbrada a tratar con el cliente, ya sea productor o técnico, y el regulador estatal (Senasa, INTA, etcétera), y no con el ciudadano consumidor”, contestó Cal. “Ese fue un planteo desde que se fundó CropLife, pero no se progresó todo lo que se hubiera querido”, siguió.
En diálogo con Bichos de Campo Cal consideró que “la clave pasa por que haya una integración entre la industria y los profesionales de la comunicación, como ustedes. En la medida que eso mejore, se podrá mejorar la percepción social” sobre los agroquímicos y sus beneficios para la agricultura moderna, señaló.
Aquí la nota completa con Guillermo Cal:
Según Cal, “hay un miedo un poco irracional (en la población), pero para eso está la ciencia. Lamentablemente hay cierto fundamentalismo en la sociedad que no mira la totalidad del asunto. Pero tal vez fue la culpa nuestra, no haber comunicado mejor”, remarcó.
Bichos de Campo lo consultó por la gestión de los envases químicos, tema que Cal predicaba desde los años ’90 y en el cual se avanzó muy poco. El veterano se consoló: “Por lo menos hay una Ley y organismo que ha creado los centros de acopio (CAT Centro de Acopio Transitorio) de envases. Antes era predicar en el desierto, pero hoy hay conciencia. Hoy se habla de las Buenas Prácticas Agrícolas”.