El gobierno, a través de diferentes voceros, dice que el objetivo que persigue al bloquear las exportaciones de carne es defender a la población de la suba de precios de ese alimento. Pero en el sector agropecuario nadie cree demasiado que esas sean las intenciones reales del oficialismo. Por el contrario, una abrumadora mayoría de empresarios rurales consultados por una encuesta opina que el realidad el gobierno busca “un chivo expiatorio” en el campo, para responsabilizarlo de la alta inflación.
AmplificAgro es una consultora especializada que todos los meses se ha propuesto encuestar a productores y empresarios del agro para conocer sus puntos de vista. Entre el 19 y el 24 de mayo, entrevistó a 657 personas vinculadas a la actividad para requerir su mirada sobre el reciente cierre de las exportaciones de carne dispuesto por el gobierno. Como era previsible, una abrumadora mayoría del 96% consideró esa medida como “total o parcialmente inapropiada”, y menos de 3% la avaló.
Sin sorpresas hasta allí, la novedad que habilitó esta encuesta de AmplificAgro es que el 66%, o dos de cada tres productores, cree que la principal razón por la que el gobierno tomó la decisión la semana pasada es porque “busca un chivo expiatorio por la inflación”, es decir responsabilizar al sector rural de la suba de los precios para así diluir sus propias responsabilidades en el desmanejo de las variables macroeconómicas que general ese fenómeno.
En todo caso, solo el 6% de los encuestados cree que la medida tendrá impacto real sobre el mercado de la carne, promoviendo una baja de los precios.
¿Y entonces por qué suben los precios de la carne vacuna? Queda claro que los productores consideran que hay varias causas para que esto sucede. “El aumento de los costos de producción (salarios, flete)” es la idea dominante; el aumento de los impuestos; pocos incentivos a la producción de parte del gobierno; Menor oferta de animales engordados a corral; la mayor demanda exportadora; la sequía aumentó el precio de los alimentos, son algunas de las razones mencionadas.
La desconfianza entre las ruralidades pampeanas y el peronismo filo k no es ninguna novedad. De todas maneras como sociólogo me avergüenzo cuándo veo que un colega estructura un cuestionario con preguntas que inducen respuestas. Se las llama truchi-encuestas. Me quedo con las ganas de escuchar de primera mano a los productores para que den su punto de vista porque ellos, como cualquiera que produce algo, tienen su ecuación y, a la vez, van al super o a la carnicería dónde ven el resultado final del proceso que iniciaron.