En Uruguay hace varias décadas que decidieron abrir su economía y sobre todo liberar de restricciones al negocio agropecuario. Uno de los más importantes allí es el de la carne vacuna, que lidera en exportaciones y en generación de divisas.
Uruguay tiene una institucionalidad fuerte e histórica. Se aplican políticas de Estado sobre el sector y los diferentes gobiernos, más allá de su signo ideológico, “entendieron que hay cosas que son buenas y otras malas y no hay grandes cambios”, según dijo Guzmán Tellechea Otero, vicepresidente segundo y ex presidente de la Asociación Rural de Uruguay.
Entre ellas, una cosa buena es no cerrar exportaciones y buscar acuerdos de libre comercio. Esa liberalización implicó un crecimiento de las ventas de carna vacuna, pero también de la hacienda en pie. Pero al mismo tiempo hubo una aceptación de la importación de carne.
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En los 90 se logró aprobar la exportación de hacienda en pie “con muchas discusiones previas”. El ganadero explicó que los industriales frigoríficos estaban en contra porque temían perder cantidad de faena y esto a su vez podría generar desempleo.
“Nosotros decíamos que no (iba a suceder) porque la cría es el eslabón más débil, son los que sufren más cuando vienen los malos momentos. Decíamos que si el productor tiene certezas y se le generan confianzas, eso se da cuando no queda desprotegido. El tiempo nos dio la razón”, recordó.
Uruguay llegó a exportar 400 mil animales en pie en el año pico, pero el promedio ahora se ha estabilizado en unos 150 mil.
“Así como la industria aceptó que exportáramos hacienda en pie, nosotros aceptamos que se importara carne. Fue una apuesta riesgosa para productores e industriales”, dijo Tellechea.
Lo que hicieron en Uruguay fue poner en marcha un modelo similar al de los Estados Unidos, que es a la vez uno de los mayores vendedores y compradores en el mercado mundial de la carne vacuna.
“El 20% del consumo está cubierto con carnes paraguayas o brasileñas, pero a valores inferiores al que percibimos por la carne que exportamos”, explicó el dirigente agropecuario. Y agregó que “el consumo (de carne importada) suma 180 mil toneladas y los embarques al extranjero otras 550 mil” toneladas anuales.
Por ejemplo, en agosto pasado Uruguay recibió incluso la primera importación de asados de Brasil, luego de la habilitación que concedió en junio de este año a la carne con hueso de ese origen. El objetivo oficial era “ofrecer a los consumidores del mercado interno un producto de similar calidad a un precio más accesible y exportar la producción nacional a un mayor valor”.
Desde esta mirada, la apertura a los mercados le reportó beneficios productivos a toda la cadena. “Uruguay faenaba entonces 1,5 millón de cabezas. Con el correr de los años la gente ganó confianza y pasamos a 2,7 millones el año pasado. Se faena más, hay más vientres en servicio y se obtienen más terneros”, explicó el ruralista.
El ganadero indicó que antes de estas medidas en el país vecino “no llegábamos a producir más de 2 millones de terneros y ahora producimos 3 millones, pasamos de un destete del 60% al 70% y subió el peso medio de faena. Esa libertad de mercado, que para nosotros es progreso, se expresa en los resultados”, concluyó.
Parece una genialidad, pero sin genio. En una breve estadía en Uruguay, descubro que la carne que consume la clase media y baja, que es algo encubierto, es de una calidad de descarte.
Solo caminen un poquito.
Vix populi, los frigoríficos están en manos de empresariado del Brasil y de Paraguay.
Algo más que decir? No se nota el hilo de la máscara?
Si si pero en Uruguay la gente ya no come carne de vaca por los precios exorbitantes .
Consumen pollo cerdo y embutidos.
Un pais para q exporta ?
Para q una minoria acumule riqueza o para tener un crecimiento equitativo ?
Y eso del derrame de la riqueza desde ya les digo q no funciona .
Y ojo ,vivo en Argntina y tengo una casa en Maldonado q voy todos los años de vacaciones
Buena observación, Gastón. Gracias!
Los comentarios anteriores demuestran la ignorancia de quienes los formulan. En Uruguay si querés cortes caros los pagas caros y si no podés, comprás falda o costilla. Y además si la costilla nacional es cara te ofrecen una importada más barata. Sólo en Argentina pasa que gente que no invierte ni arriesga creen que es obligación de quienes lo hacen tienen la obligación de ofrecerles el producto de su trabajo a un precio que ellos (y muchas políticos ignorantes) consideran justo. El resultado es menos producción, menos puestos de trabajo y carne más cara.
Exacto.
Unos improvisados,que nunca trabajaron en una actividad privada ,nos gobiernan desde decadas,es insoportable seguir trabajando e nuestra Argentina con estos personajes.Mi producción agropecuaria es Tecnológicamente,de punta,trabajamos con índice verde para la oferta forrajera como una de las muchas herramientas. Y es muy estimulante desde el punto de vista de desarrollo personal,pero estoy re…..drido de esta clase política inútil y corrupta.