En el día de ayer, decenas de vuelos debieron ser suspendidos en el aeropuerto internacional de Sinaloa, en México. La razón fue una serie de protestas realizadas por los agricultores de ese país, acciones que ya se replican en más de 20 estados desde el martes de esta semana, que impidió la normal operación de esas instalaciones.
Según informó la agencia Reuters, la causa de estas protestas, que ya suman bloqueos en las rutas, peajes y oficinas gubernamentales, está en el bajo precio que tienen los granos. Así, los productores instan al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a garantizar los precios del maíz, el trigo y el sorgo, aludiendo a que la intervención del gobierno es vital para contrarrestar la fuerte caída de los precios internacionales.
El contrato de maíz más activo de la Junta de Comercio de Chicago este mes bajó un 19,5% con respecto a los mismos meses del año pasado. El del trigo, por su parte, también fue un 43% más bajo.
Por eso, los agricultores le enviaron una carta pública al dirigente pidiendo que el precio del maíz se fije en 7000 pesos ($402,90 dólares) la tonelada, el trigo en 8000 pesos ($460,45 dólares) la tonelada y el sorgo en 6500 pesos ($374,12 dólares) la tonelada, para ayudarlos a mantenerse a flote a medida que aumentan los costos de producción.
Frente a esto, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, pidió que los reclamos se dirigieran a la comercializadora Cargill, y a los fabricantes de productos a base de maíz, Minsa y Gruma, insinuando que ellos eran los verdaderos responsables de la caída en los precios.
“Vamos juntos a protestar contra los verdaderos responsables”, dijo el funcionario en su página de Facebook.