Con el inicio de noviembre, la AFIP puso en funcionamiento el REC (Remito Electrónico de Carnes) y una nota de Bichos de Campo advertía que esa herramienta arrancaba en medio de “un mar de dudas”. Dos semanas más tarde la realidad parece darnos la razón, pues ya hay entidades de la cadena de ganados y carnes que reclaman a viva voz la suspensión de este nuevo sistema de control sobre la cadena de la carne.
El viernes, la Asociación de Frigoríficos de Córdoba (Afic) y la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa), agrupadas en FIFRA, enviaron al Administrador Federal de Ingresos Públicos, Leandro Cuccioli, una carta pidiendo que se adopte esa medida, es decir que se postergue para más adelante el REC, que es un documento que por Internet debe generar el frigorífico o matarife que distribuye carne por cada cargamento que distribuye entre las carnicerías. El comercio minorista, luego, en teoría debería “cerrar” el remito avisando que recibió la mercadería, lo que permitiría a la AFIP tener la trazabilidad de cada media res que ingresa al mercado.
“Cuando se discutió el tema en la Mesa de las Carnes, frente al presidente Mauricio Macri, sostuvimos que era indispensable lograr un acuerdo con las provincias para que reduzcan las alícuotas de Ingresos Brutos para matarifes y abastecedores y fundamentalmente con el comercio minorista. Pero solo en la provincia de Buenos Aires y en CABA se produjo un avance, mientras que en el resto de las jurisdicciones existe una diversidad de alícuotas. Llegan al 5%, haciendo que los comercio directamente no se inscriban”, dice la nota enviada a la AFIP.
El cordobés Daniel Urcía lo explicó de un modo más llano a Bichos de Campo. Explicó lo siguiente: “La carga tributaria es muy pesada para el comercio minorista. Tenemos de 2,5% (de alícuota de Ingresos Brutos) en Buenos Aires, que ya es elevada, hasta el 8% en otros casos, que es imposible de pagar. Pero tomemos como referencia una media de 4%. Si sumamos 1% de tasa municipal y 1,5% de diferencial de IVA, el carnicero debería estar pagando 6,5% en impuestos. Es decir, sobre un valor de venta de 500 mil pesos estaría pagando 30 mil pesos de impuestos. En definitiva, pagaría más en impuestos de lo que obtiene para vivir”.
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Según el directivo de la industria, es esa elevada carga fiscal y no otra la razón por la cual los carniceros no están bien encuadrados en la AFIP, en un círculo vicioso que conduce a más evasión.
Escuchá el reportaje completo a Daniel Urcía:
Según Urcía, con la vigencia del REC, ahora “el Estado le pide al matarife que si la carnicería no está blanqueada no le venda. Ergo le dice ‘cerrá tu negocio’. ¿Porque quién va a dejar de vender para cerrar su negocio?”. Por eso, el directivo de FIFRA cree que en tanto no se corrija la cuestión lo que se buscará en el mercado de la carne es un nuevo “dibujo” para poder seguir operando sin quedar en falta ante el organismo recaudador.
El directivo de Fifra además se mostró molesto en el modo en que se impuso el remito electrónico, que hasta el momento solo contó con el apoyo explícito de los frigoríficos exportadores más grandes nucleados ene l Consorcio ABC.
“La Mesa de las Carnes avaló el REC solo como herramienta, pero no ponerlo así. Nunca lo escuché. Es más, lo que sí escuché fue al coordinador David Lacroze decir que la Mesa no tenía posición definida”.
Por eso pidió prudencia y explicó: “Tenemos que entender que la lógica del carnicero de no estar inscripto en IVA no es porque sea evasor”.
Según Urcía, lo que se debe hacer es trabajar en paralelo en los diferentes temas si se pretende normalizar el comercio de carne vacuna. Así hizo referencia a otras cuestiones pendientes, como el retraso en la puesta en funcionamiento del centro de monitoreo de la Dirección de Control Comercial Agropecuario, desde el cual se planea controla la faena vacuna en todas las plantas.
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Urcía recalcó “las ganas que le pone la Dirección de Control”m pero aclaró que el organismo dependiente de Agroindustria “no contó con el presupuesto para montarlo”. En ese sentido contó que el equipamiento para montar el centro de control se compró “con el aporte del IPCVA, ya que el Estado no tuvo la partida cuando hay una normativa que castiga el peso mínimo de faena y que acumuló en depósitosen cauciones en los últimos años 100 millones de pesos en Banco Nación. Pero el estado no los puede disponer, no tiene 1 palo para montar el centro de monitoreo”.
“Hay que corregir algunas cosas para que el Estado sea más eficiente”, pidió el industrial.
Finalmente el referente anticipó que hacia fin de mes podría haber otra reunión de la Mesa de las Carnes con Macri en la que espera poder repetir estos argumentos. “No me gusta contarle un relato a ninguna autoridad, la buena noticia de hoy puede ser el fracaso de mañana”, estableció.