Hace unos días, el ingenio Ledesma anunció el final de su zafra 2022, en la que molió poco más de 3 millones de toneladas de caña de azúcar para obtener 293.000 toneladas de azúcar, un 3,5% menos que en el ciclo anterior.
El dato, sin embargo, es que en ambos años la actividad del principal ingenio del país terminó anticipadamente en los primeros días de octubre, cuando lo habitual es que la zafra se extienda hasta noviembre. La explicación es que el fenómeno climático la Niña generó en las provincias del NOA una primavera y un verano muy secos y entonces hubo poca oferta de los cañaverales: para la zafra 2022 apenas cayeron 475 milímetros sobre Jujuy. Algo muy parecido sucedió en Tucumán, donde trabaja el grueso de los ingenios.
Esta menor oferta de caña de azúcar impactó decididamente en otro de los negocios del sector: la producción de bioetanol para el corte obligatorio de la nafta en una proporción de al menos 6%.
Hasta la reforma de la Ley de Biocombustibles en 2021, promovida por el diputado Máximo Kirchner en beneficio claro de las petroleras, ese corte era de 12%, dividido en dos partes iguales entre el bioetanol de maíz y el de caña de azúcar. Luego, el sector azucarero mantuvo su proporción y de cierto modo traicionó a sus pares maiceros. Con su negocio asegurado, los legisladores del norte votaron a favor de la reforma que achicaba el negocio de los biocombustibles.
Ahora la realidad les está dando una gran lección a estos agroindustriales del norte, pues debido a la caída de la oferta de caña provocada por la sequía, y en consecuencia la menor producción de azúcar, de alcohol y de bioetanol, los ingenios no están pudiendo cumplir con su cuota para el corte obligatorio. Y son las fábricas de bioetanol de maíz las que salen a su rescate.
Un gráfico publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario muestra con claridad esta situación. La participación del maíz durante el período 2014-2021 rondó entre el 50% y 60% de la producción total. Pero en lo que va de 2022, el 64% de la producción proviene del biocombustible basado en el cereal.
En este escenario, suplantando una parte de la oferta que debería llegar de los ingenios, las fábricas de bioetanol de maíz podrían cerrar este año con un récord productivo, superando su anterior marca de 586 metros cúbicos registrada en 2018.
“De hecho, 4 años atrás a esta misma altura del año se habían producido 342.000 metros cúbicos, mientras que en el tramo enero-julio de 2022 se han alcanzado los 384.000 metros cúbicos, superando en un 12,3% al previo máximo histórico, mientras que el incremento respecto a los primeros 7 meses del 2021 es del 32,4%”, indicó el informe de la BCR.
Mientras tanto, los ingenios pierden terreno. Usualmente, ese sector obtenía una producción equivalente a 2,2 a 2,5 millones de toneladas de azúcar, frente a un consumo de 1,40 a 1,50 millones y una exportación de 300 mil toneladas. Por lo tanto, convertía su excedente en bioetanol, con una oferta que había llegado a 720 millones de litros y que ahora se ve resentida por el impacto de la sequía.
Antes de despacharse con semejante título, Bichos de Campo debería profundizar un poco en el trasfondo de cómo funcionan las bioenergías. En primer lugar, están siendo totalmente ignoradas en los Planes Nacionales de Transporte Sostenible, de modo que el único horizonte que se les presenta apenas llega hasta 2030. A diferencia del cultivo anualizado de maíz, del cual para bioetanol se emplean apenas 1,7 millones de toneladas sobre un total de 54 millones producidas por Argentina, la caña es un cultivo perenne cuya producción requiere planificarse a largo plazo y resulta difícil exportar excedentes. Sin expectativas de aumento de la demanda sería imprudente generar márgenes para cubrir fenómenos climáticos extremos, colchón que si lo tiene el maíz apalancado en su demanda externa. En segundo lugar, deberían informarse sobre si no hubo anteriormente retiros anticipados de bioetanol para cubrir con mayor proporción, déficits de nafta encarecidos externamente. Además, ¿Qué señal dio el gobierno con los diferenciales de precios en plena zafra cañera? El bioetanol tanto de caña como de maíz deben jugar un rol protagónico y complementario en la matriz nacional de transporte.