Carlos Faricelli es ingeniero agrónomo y pertenece a Proderman, una de las empresas maniseras más importantes de Argentina ubicada en General Cabrera, Córdoba, e impulsora de la comunidad Maniseros, un espacio de encuentro virtual para los productores de esa economía regional.
–¿Cuántos productores de maní hay en el país y en qué zona se concentran?
-Son unas 25 empresas, la mayoría radicadas en Córdoba. Por lo general, la integración primaria entre productores e industria es del modelo tipo cooperativa, pero en los últimos años hay una tendencia creciente de productores que realizan el maní como algo más dentro de su sistema de cultivos y trabajan con la industria como proveedores de maní. El dicho es que en la Argentina el maní lo producen las industrias, porque no lo hacen los productores ya que la industria fue perfeccionando los procesos y cumpliendo las exigencias de la demanda internacional, mayormente europea.
-¿Entonces no se conoce el “número” concreto de productores?
-Más allá de las 25 industrias integradas estimamos que entre un 25% y 30% del maní es producido por productores que entregan su mercadería a la industria. En este modelo el dueño del cultivo es el productor, a diferencia de cuando la industria alquila un campo y produce su propio maní. Prodeman, a través de Maniseros.com, trabaja con 130 productores que son dueños del cultivo y lo realizan en diferentes modalidades. Ellos se concentran en la zona núcleo y tradicional de Córdoba, al sur de Tucumán y el límite con Catamarca, el este de San Luis, al sur de Santa Fe, en el noreste de La Pampa y, en el oeste arenoso de Buenos Aires, zona con alto potencial.
-¿Qué superficie de hectáreas hay dedicadas al maní y cuántas en promedio por productor?
-En Argentina se cultivan entre 380 mil y 400 mil hectáreas por año. En nuestro caso, la mitad de la superficie es producida por productores, de los cuales el 50% siembra menos de 100 hectáreas, un 30% hasta 200 hectáreas y el resto hasta 300. Esto es promovido ya que nuestro plan es invitar a productores a hacer el mejor maní del mundo, pero no hablando únicamente del maní sino viéndolo dentro de un sistema de cultivos sustentable, con 25% de maní por año. Nuestra propuesta es acompañar al productor con una innovación del sistema de cultivos donde la base es dejar de hacer otros cultivos y añadir el maní. De esta manera, tratamos de que el productor logre beneficios incrementales en la rentabilidad del sistema de cultivos o ‘cropmix’ por el agregado de un cultivo de alto valor, tratando de controlar el incremento en costos con garantías y beneficios. Cabe aclarar que en esos porcentajes y con los costos crecientes del maíz y la soja, el impacto en el costo global del ‘cropmix’ por el agregado del maní en porciones sustentables es cada vez menor.
-¿Cómo son los rindes?
-Entre 80 y 100 kilos por hectárea por año. Si bien es un cultivo diferente, el ciclo coincide con soja y maíz y su performance está muy ligada a la de la soja. Si el campo y el manejo es flojo, cualquier cultivo va a ser flojo, incluido el maní porque no “salva la ropa” a pesar de tener el beneficio de ser rústico y detener su crecimiento ante sequías e incluso bancarse inclemencias como el granizo. En general, y con muchos años de datos, el maní en campos de productores rinde entre un 10% y 15% más que si lo hace la industria alquilando un campo que desconoce. Esto es debido a que el productor conoce su campo como nadie, le pone más amor al cultivo y controla los desafíos más de cerca, sin correrla tanto de atrás.
–¿Argentina es líder en maní? ¿Qué otro país lo es?
-Argentina produce el mejor maní del mundo y ocupa el puesto 7° en el ranking mundial de volumen, siendo China el primero con 40% del total, seguido por India con un 16%. Nuestra propuesta de invitar a productores a involucrarse apunta a que sepan que el mejor maní del mundo se cultiva en su tierra. Hay una diferencia grande con otros líderes como Estados Unidos, ya que el maní tiene identidad por el consumo interno…
-¿Identidad en qué sentido?
-Por ejemplo, en Estados Unidos, cada vez que se come maní en un bar, el norteamericano sabe que viene del ‘farmer’. Aquí, el consumo es muy bajo comparado con otros países y la identidad de origen está más oculta ya que exportamos el 95%. Un productor argentino no solo cultiva el mejor maní de la góndola argentina, sino que satisface las necesidades exigentes de mercados internacionales posicionándolo como el mejor maní del mundo.
-¿En qué época se siembra y cosecha? ¿Es manual o con máquina?
-La época es de mediados de octubre a fines de junio entre siembra y cosecha, jugando a la par de la soja y el maíz. Las tareas son mecánicas y el proceso de cosecha tiene dos fases: la de arrancado de la planta para su inversión (ya que las cajas están bajo tierra) y la cosecha propiamente dicha una vez que esas vainas o cajas estén secas.
-Hemos escuchado que existen cuestionamientos ambientales sobre este cultivo…
-Hay una cuestión aquí del movimiento de suelo que pone en discusión acerca de incluirlo en un sistema de cultivos por la ampliamente adoptada siembra directa. El maní también se siembra en directa y uno de los puntos clave de nuestra propuesta es meterlo a jugar en el sistema de cultivos sin alterar las formas. Contamos con programas de cultivos de cobertura post cosecha y hasta estamos agregando sensores de suelo en el momento de arrancado de manera de mapearlo y dejar el lote listo digitalmente para la secuencia de cultivos a la altura del momento. Sabemos que el productor lo que menos hace es maní, ya que forzamos una participación controlada en el sistema de cultivos; no obstante, queremos que sienta que tiene las mismas herramientas que tiene con la soja, el maíz o el trigo, con aportes tecnológicos, técnicos, financieros y hasta con el propio monitor de precios y posiciones a futuro en tiempo real.
–¿Qué clima lo beneficia?
-Por su ‘footprint’, el clima de Argentina no es problema, de hecho, es uno de los responsables de que sea el mejor maní del mundo porque es más rico, más dulce. El tema de dónde hacerlo es el suelo, que debe ser liviano y arenoso para evitar que las vainas tengan mucha tierra.
-¿Hoy parece haber un boom de la manteca de maní. ¿Es así? ¿Incide en la producción y consumo?
-Totalmente. Las ventas de Maní King (nuestra marca en góndola) son alcistas y fueron récord desde la pandemia. El maní es tremendamente saludable y la manteca o pasta está muy de moda nutricional en recetas y promocionada tanto por influencers de la cocina como del ejercicio y la nutrición.
-¿Hay producción agroecológica u orgánica?
-El maní es totalmente factible hacerlo orgánico porque las semillas no tienen modificaciones genéticas, sino que se seleccionan las que tienen mejores aptitudes y se trabajan con selección natural. Sin embargo la producción no es orgánica; habría que ver cómo se puede hacer el manejo de maleza, insectos y enfermedades.
-¿Cuáles son los problemas que enfrenta el sector?
-Sacando de lado los temas que enfrentamos todos los que componemos la economía argentina, el desafío es integrar esos lotes nuevos de productores para mantener la producción y la calidad del mejor maní del mundo. En este sentido, y pensando en productores, el desafío también será consolidar herramientas similares a los otros cultivos para potenciarlo. Creemos que el desafío es sacarle peso al maní y no hablar tanto de él sino de un sistema de cultivos próspero, priorizando la rentabilidad del productor y respetando el ambiente.
-¿Con qué objetivo nació Maniseros.com?
-Para invitar a productores a participar de la producción del mejor maní del mundo. Ofrece diferentes modalidades donde el productor es el dueño del cultivo pero dando disponibilidad de las soluciones en el mercado, acercando puntas entre proveedores y productores sabiendo que el área de maní no es importante en comparación con soja, trigo y maíz. Siempre decimos que las empresas prestadoras de servicios u oferentes de insumos solo hablaban con 25 encargados de producción de las industrias. Ahora, hay que llegarle a productores que cada día son más y que tal vez no sepan que tiene soluciones para maní en su habitual proveedor de soja o maíz. Sabemos que hay que dar beneficios para hacer cosas nuevas y desconocidas, entonces, tenemos programas con garantías de cosecha, beneficios con proveedores de insumos y servicios, y herramientas financieras.
el colega le esquivo a la pregunta del millo: que pasa con la erosion eolica?? los maniseros tapan esa parte ya que los campos se vuelan enteros. y es x eso que la industria quiere dejar de sembrar y tentar al productor para que lo haga. total, si se vuela se le vuela a el. y la codicia es tan grande que muchos caen en la trampa. la industria se lleva la cosecha, el productor embolsa unos buenos mangos. peeeeero….se queda sin campo