A José Manuel Paz hijo le dicen sencillamente Manuel. Con 30 años de edad es el fundador y gerente de una empresa que fabrica snacks de papas fritas en Tafí del Valle, Tucumán, desde fines de 2018. Escuchó bien: una fábrica de papas fritas ubicada sobre las sierras del Aconquija.
Este joven emprendedor no está solo ni surgió de un repollo. Es parte de una familia de un fuerte rasgo inconformista, pues siempre busca alcanzar nuevos horizontes, apostando al trabajo y a la innovación. Pruebas de ello son los antecedentes de su padre, José Manuel Paz, y mucho antes, de su abuelo don José Manuel Gerardo Paz, alias Guré, que hoy tiene 87 años de edad.
Cuenta Manuel que Guré (en la foto) trabajaba de joven como ingeniero electromecánico en los ingenios tucumanos, pero como era “muy ututo” -aludiendo a “inquieto” o “movedizo”, como son los yacarés o ututos, o los lagartos en general- se la pasaba buscando oportunidades, al punto que llevó las primeras computadoras a Tucumán.
En el año 1974 decidió comprar 7 hectáreas en Tafí del Valle, en la zona de Rodeo Grande, a 110 kilómetros de San Miguel de Tucumán y a 2.000 metros de altitud. Y se fue a vivir a esa región cercana a los valles calchaquíes, con tanta historia cultural que se puede palpar en la cercana reserva arqueológica Los Menhires y en el museo de arte religioso con la capilla jesuita.
Guré se puso a investigar sobre la papa semilla que hasta los años 80 se importaba, sobre todo desde Holanda. Comenzó a sembrarla, logrando que esa zona fuera la pionera en producción de papa semilla de la Argentina, con una sanidad y calidad de excelencia. La razón está en el clima óptimo del valle para la producción de papa semilla fresca todo el año y que se adelanta a la llegada de un pulgón que suele castigar a la planta.
Hay que imaginarse a don Guré en esa región, con su familia, en aquella época, con otro estado de caminos, con un solo teléfono fijo en toda la villa, con sus crudos y solitarios inviernos.
Cuenta Manuel que don Guré desarrolló además un sistema de riego por presión a base de piletones en altura, en la subida del cerro Muñoz, con cañerías que van enterradas y llevan agua a los campos de abajo, en la parte de Rodeo Grande, Ovejería y Las Carreras, con muy bajo costo. En esas instalaciones hoy se puede apreciar una placa en su honor.
En 1987 don Guré delegó la producción de la papa semilla en su hijo, el ingeniero agrónomo José Manuel Paz (59), papá de Manuel. Éste también fue por más y en el año 1991 consiguió ser el primer proveedor de papas frescas para una empresa multinacional que fabrica snacks de papas fritas. Entonces amplió el campo a 44 hectáreas y la empresa familiar fue creciendo cada vez más, hasta que creó Finca La Carolina SRL en 2004.
Es el día de hoy que compran la genética, la multiplican, pasa a invernaderos y se llega a la papa semilla. Rotan la tierra con otras producciones, hacen cobertura con avena y pasturas para forraje.
José Manuel hijo, al que le dicen Manuel, y su hermano Benjamín (29) -que hoy también es ingeniero agrónomo- comenzaron a ayudar a su padre aprovechando otros lotes y en 2013 consiguieron ser los abastecedores de lechuga, de una cadena multinacional de comidas rápidas para sus sucursales de Argentina y de Paraguay. Producían 6 tipos de lechuga, con mucho trabajo, hasta que en 2017 le transfirieron ese negocio a una cooperativa de Tafí del Valle, porque decidieron ponerse a pensar en agregar valor a sus propias papas. Manuel se puso a estudiar el mercado y decidieron apostar a la industria fabricando papas fritas de primera calidad.
Consiguieron financiación, construyeron la fábrica, compraron máquinas e insumos y a fines de 2018 lanzaron la marca de papas fritas “Tafí”. Invirtieron mucho en marketing, imagen de la marca, packaging y demás. Ellos mismos se ocupan de que su materia prima sea de primera calidad, como siempre. La papa se lava, se corta y se fríe con aceite, también de primera calidad. Luego se envasa en bolsas de varios tamaños.
Comenzaron con el sabor tradicional distribuyendo en la capital tucumana y luego en el interior de la provincia. Después agregaron las “del abuelo Guré” con sabor a jamón. Se impusieron con mucha fuerza en Salta y en Jujuy, donde son referentes, señala Manuel con orgullo. Luego en el interior de Córdoba, parte de Santiago del Estero y Catamarca, Mendoza, Quilmes, al sur del Gran Buenos Aires, y piensan seguir creciendo.
“Nos fijamos bien en quién queremos que venda nuestro producto. No lo ponemos en manos de cualquiera”, advierte Manuel. Al producir su propia papa, acostumbrados a mantener altos parámetros internacionales, logran siempre la misma y alta calidad, con precios competitivos y accesibles. Estas fueron las razones por las que se posicionaron apenas en dos años y por las que no cesan de crecer.
Más tarde decidieron agregar un snack de maní salado sin piel, que una empresa de Córdoba les produce y envasa con su marca Tafí.
Tremendo desafío de logística les ha sobrevenido en estos años: hoy cultivan 80 hectáreas de papa por año. Elaboran unos 100 kilos de papas fritas por hora que equivalen a unos 1000 paquetes de 100 gramos. Poseen 60 empleados en forma directa, ubicados entre campo, planta industrial, administración y logística, más la cadena de distribuidores y vendedores, que amplían cada vez más. Invierten sin cesar en la capacitación del personal, seguridad, higiene y buenas prácticas de manufacturación.
Su padre los asesora pero no se queda quieto: creó un viñedo para experimentar en varias cepas y además cría llamas. Y cerca aparece Felipe, casado con una sobrina, que cría truchas, apostando ambos al rubro turístico. Además siguen proveyendo de papa semilla a otros productores como socios estratégicos y producen papa especial para otras industrias.
Benjamín quedó a cargo de la producción de campo y de la planta de fabricación en el valle. Manuel vive en San Miguel de Tucumán y gerencia la empresa desde una oficina en el barrio de Yerba Buena. Tienen planes de ampliarse para seguir creciendo y están desarrollando nuevos productos.
Manuel aclara que la “calle” le ha enseñado mucho y que lo que más le apasiona es crear, diseñar, elaborar proyectos, plantearse nuevos desafíos, y su negocio es ideal para esto porque no tiene “techo”. Hoy integra el bloque de educación de la Unión Industrial de Tucumán. El abuelo fue el pionero de la papa semilla. Papá José Manuel fue el impulsor de la empresa familiar. Y hoy Manuel y Benjamín son los impulsores de la industria familiar. Todos ellos se han ganado un lugar de prestigio en la historia de la producción y de la industria tucumana. Su producto estrella -las papas fritas “Tafí”- de ser un emblema y orgullo de los tafinistos, ha pasado a serlo de todos los tucumanos, y seguramente pronto, de todos los argentinos.
Agradecemos a Eduardo “Colo” Wilde, amigo de José Manuel Paz, por la generosidad de compartir con Bichos de Campo la obra colectiva, musical, poética y visual en homenaje a su provincia, y quien recita un fragmento del poema “A Tucumán” de Federico García Hamilton. A continuación, los grupos folklóricos La voz del viento y Los Pucareños interpretan “La tucumanita” y “Zamba del regreso”.