Podríamos decir que Lorena nació gracias a las abejas.
Pero mejor arranquemos más periodísticamente. Nelson y su hija se dedican a la apicultura en el departamento del Huila, en el sudoeste de Colombia. Se trata de un proyecto en crecimiento que hoy posee 100 colmenas en producción y 300 para instalación en el primer semestre del 2021. Tienen la suerte de tener sus abejas sanas y aseguran que lo que más los afecta son las fumigaciones de los campos vecinos.
ApiGranja es una empresa familiar que si bien nació como eso, una empresa, luego el tema de las abejas tomó mayor relevancia en la vida de Nelson por el anhelo de tener hijos: su esposa Luz Helena ya había perdido dos embarazos y el tercero estaba en riesgo. Entonces decidieron iniciar el tratamiento con productos apícolas; miel, polen y jalea real… Gracias a esto nació su primera hija.
“Mi papá, Nelson García, inició con la apicultura en 1992 con la producción de miel, polen y jalea real”, relata Lorena, que es ingeniera industrial. “Hoy para la producción seguimos con la Apis mellifera, pero también tenemos meliponarios con abejas de la región como la “Angelita” Tetragonisca angustula y la “Alazana” melipona cramptoni.
Lorena cuenta que no suelen tener problemas con enfermedades y que cuando hay varroa ocurre en cantidades mínimas y controlables, y que ellos siempre están realizando controles. Además, para garantizar la sanidad de las abejas utilizan dos estrategias: realizar el cambio de cera anual y siempre usar corteza de pino y flores de Cope en el ahumador para lograr un humo suave y fresco y porque además identificaron que ‘ese’ humo no le gusta a la varroa (otra vez la naturaleza ofreciendo todos los recursos para la producción).
Pero en el contexto de las enfermedades o peligros, lo que destaca Lorena es que lo que más los afecta es la fumigación de los cultivos cercanos a los apiarios. “Hablamos con un vecino productor de cítricos (naranja y mandarina) para poner las colmenas en sus campo porque él nos aseguraba que usaba productos biodegradables e inofensivos para las abejas y para el ambiente, pero resultó que cuando fuimos a buscarlas estaban todas muertas. Así que sacamos las colmenas y le comunicamos el hecho a la radio local para que la gente se concientizara, porque no es la primera vez que ocurre. Es un tema que nos está afectando a todos los apicultores de la región”.
Con respecto a las abejas meliponas (nativas y sin aguijón), cuenta que las tienen por varios motivos. Uno de ellos es que están armando un meliponal para iniciar un proyecto de turismo del cual las meliponas serían un atractivo (ya comprobaron que despiertan interés en la gente) y también como una forma de conservar las abejas nativas que están en peligro de extinción y dar información sobre ellas. Al mismo tiempo, la miel de la abeja Angelita se considera un producto Premium y también hay una demanda que podrían atender.
“Con las colmenas que tenemos actualmente, contamos con una producción alrededor de los 2.500 kilos por año. Teniendo en cuenta que nosotros les dejamos las reservas de miel a cada colmena y solo cuando es muy necesario se alimentan los núcleos”, describe Lorena. “Tenemos los apiarios cerca de las cuencas y reservas de bosques naturales de la cordillera y en diferentes climas de las zonas. Luego de la fallida experiencia de introducir colmenas a los cultivos hemos optado por continuar solo con las reservas”.
Los proyectos para este 2021 son continuar trabajando con el propóleo y sacar al mercado más productos, como jabón, shampoo, cremas, dulces e hidromiel, también poner en marcha de una planta para tener más capacidad de producción (envasado). Con respecto a la miel que hoy producen, la comercializan principalmente en los municipios del departamento Huila, en farmacias y tiendas de barrios y también en supermercados. Por ahora no exportan pero quieren hacerlo pronto.
“Actualmente estamos realizando campañas de concientización para la protección de los polinizadores debido al intensivo uso de agroquímicos. También estamos apuntando a la reforestación con árboles melíferos y conservación de las cuencas hídricas”, concluye Lorena.
y no leo porqué nació gracias a las abejas…
saludos