Por Matías Longoni (@matiaslongoni).-
Cuando los funcionarios de la actual gestión del Ministerio de Agroindustria asumieron sus puestos a fines de 2015 (ya no está el ex ministro Ricardo Buryaile, aunque sí la inmensa mayoría de ellos), prometieron impulsar y dar a conocer los resultados de una serie de “auditorías” sobre las gestiones previas en ese área durante los largos años del kirchnerismo. Se preanunciaba un mani pulite agropecuario…
Cri, cri, cri. No se conoce todavía ninguna de esas auditorías prometidas.
Una de las áreas que mayor cantidad de recursos manejó durante la última década fue la UCAR, ya que era la responsable de administrar los préstamos internacionales que llegaron al país bajo el concepto de desarrollo rural y que debían ser canalizados hacia obras en las provincias, sobre todo en materia de riego. La Unidad para el Cambio Rural, tal su nombre competo, estuvo desde 2002 a cargo del tucumano Jorge Neme y era la envidia del resto del Ministerio, pues no solo contaba con buenas dosis de presupuesto sino que hasta se instaló en coquetas oficinas propias sobre la avenida Belgrano. Era una suerte de “ministerio paralelo”.
Nunca se produjo, por parte de las nuevas autoridades de Agroindustria, una revisión y balance de lo hecho por las diferentes áreas del ministerio, incluyendo a la UCAR. Con la llegada de Cambiemos, Neme incluso hizo fuerza para quedarse en el cargo y casi lo logró, pues eran buenos y muchos sus vínculos con varios gobernadores. Hubiera batido todos los récords de permanencia: la Alianza, Duhalde, Néstor y Cristina, Mauricio. Pero Buryaile impulsó para ese cargo a un dirigente radical mendocino, Alejandro Gennari.
Cri, cri, cri. Pese a los cambios nunca hubo una auditoría pública conocida.
Una denuncia penal presentada en las últimas horas por la Oficina Anticorrupción vino a sacudir la modorra en Agroindustria, una siesta que resulta muy funcional a esta sucesión de funcionarios de dos gestiones diferentes que parecen estar enfrentados pero no se denuncian mutuamente.
La oficina a cargo de Laura Alonso actuó casi por obligación, luego de que se encontrasen muchos paralelismos y datos jugosos (y fácilmente chequeables) en dos denuncias que recibió en diciembre de 2017, una anónima y otra de identidad reservada.
¿Qué decían las denuncias?
- Que en uno de los programas troncales de la UCAR, el Programa para la Administración de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) se podrían haber cometido irregularidades en la adjudicación de obras de riego por más de 1.500 millones de pesos entre 2010 y 2015.
- La denuncia apunta a la empresa CEOSA, líder en el rubro de la obra públcia en Mendoza, la que recibió la mayor parte de las obras licitadas desde el Prosap.
- Que esa firma podría haber contado con información privilegiada para ganar esas licitaciones a través de su ligazón a Hydrotec, una consultora integrada por Diego Fabián, a quien las denuncias consignan como parte del propio Prosap; por Fernando Gomensoro, actual secretario de Gestión Hídrica del Departamento General de Irrigación de Mendoza; y Juan Pablo Sánchez, que actuaba como Jefe de Formulación de Proyectos de Riego del propio Prosap.
- En base a las sospechas, la OA le pidió al Ministerio de Agroindustria que tome toda la información relacionada con el Prosap, CEOSA y las obras que esa empresa tuvo a cargo. Al mismo tiempo pidió alejar del tema a cualquier funcionario que pueda tener relación e incluso sugirió allanar las sedes de Hydrotec y CEOSA, ambas ubicadas en Mendoza. Existe ya una causa judicial en el fuero federal. Los delitos que se pide investigar son negociaciones incompatibles con la función pública y administración infiel.
- La Oficina Anticorrupción exigió además que se lleva a cabo un análisis sobre el patrimonio de Neme, de su esposa Mónica Meda y de algunas firmas vinculadas al matrimonio. Se considera, no sin elementos, que el tucumano no podía desconocer las vinculaciones entre funcionarios de su propio organismo y empresas que finalmente resultaban adjudicatarias de las obras.
La ofensiva de la OA sobre la UCAR, que sacude la modorra anticorruptela que caracteriza las gestiones de Cambiemos en el Ministerio de Agroindustria (ni una denuncia muchachos, ni una sola) fue conocida a través de una nota de Alejandro Alfie en Clarín . Luego, el portal mendocino MDZ agregó bastante colorido local a la investigación.
Es importante describir el contexto en el que se conoce esta denuncia. Hay una orden del Ministerio de Finanzas que impulsó la reorganización de todos los organismos o áreas del Estado Nacional que tomen y administren financiamiento del extranjero. Esta orden superior incluye a la UCAR y desencadenó entre los funcionarios macristas que comandan Agroindustria más deseos de apoderarse de esa botonera que de investigar posibles historias de corrupción que se hayan cometido tocando esos botones.
Una fuente cercana al organismo reveló que la suerte de la UCAR se conocerá en los próximos días. En el marco de la reorganización general del Poder Ejecutivo, en el mercado de la reducción de cargos políticos reclamada por el presidente Mauricio Macri, un escenario probable es que esta suerte de “ministerio paralelo” ideado y comandado por Neme termine siendo una simple Dirección Nacional dependiente de la Subsecretaría de Coordinación legal y Técnica del Ministerio, el real, que está a cargo actualmente por Juan Miguens, el hijo de Luciano, el dirigente ruralista.
Como sea, quizás sea una buena oportunidad para investigar esta denuncia de la OA y quizás otras que queden en el tintero. Reunir las pruebas, aportarlas a la justicia y esos etcéteras tan pero tan distintos a las auditorías invisibles y el cri, cri, cri desplegado hasta ahora por el nuevo gobierno.
Nuestros politicos hacen igualito que las listas opositoras en los clubes de futbol cuando ganan las elecciones: antes prometen limpieza total, despues hacen mutis por el foro para que algun dia les devuelvan la gentileza. No tienen verguenza. Neme, un intocable, como Ricardo Echegaray. Sera justicia?