¿De dónde provienen algunas de las llamas expuestas en la Exposición Rural de Palermo? De la provincia de Catamarca, donde desde hace 12 años existe una cabaña administrada por la Dirección de Ganadería del Ministerio de Producción. Allí se trabaja para tener los mejores ejemplares de estos camélidos sudamericanos, con el objetivo final de colaborar con el pequeño productor que trabaja a los pies de la cordillera.
“La función (de esta cabaña) no es sólo participar en muestras como la Ganadera de Palermo sino también brindar servicios a los productores de la puna catamarqueña. Por ejemplo, ayudarlos en la mejora genética”, explicó a Bichos de Campo Rosendo López, director de Ganadería de Catamarca.
La provincia cuenta con una gran población de estos animales. Según el médico veterinario, “el número es grande y se calcula que hay más de 10.000 llamas”. Los productores utilizan los animales para tres destinos: el cuero, la fibra y la carne.
“Si bien el consumo de la carne de llama comenzó a posicionarse hace poco en Argentina, hace rato que en la provincia se come esta carne”, dijo López.
Escuchá el reportaje completo a Rosendo López:
La ayuda del gobierno de Catamarca a los ganaderos de la puna no se limita a la genética sino que se extiende a la comercialización y “al fomento de la sanidad de los animales, brindando campañas de vacunación”.
El perfil de quien cría llamas en la provincia es el de un pequeño productor que se dedica además a la cría de cabras y ovejas, y que apela mucho al trueque. Por ejemplo, cambia otros alimentos por carne de llama. “Yo pasé de vivir de Mar del Plata a Catamarca, y acá la realidad es totalmente diferente. Si uno les suelta la mano, tienden a desaparecer o a permanecer en el mismo lugar, cuando la idea es que estos productores evolucionen”, comentó el veterinario.