El último 9 de enero, un tornado arrasó, literalmente, con un tambo ubicado en cercanías de América, en el oeste de Buenos Aires. Pero a las pocas horas de tan dramático sucedo el establecimiento estaba ordeñando nuevamente. “Es un tambo muy viejo, que mi padre y abuelo heredaron en 1937, y aunque luego se fue reformando y ampliando, estaba pegado a un galpón a dos aguas muy alto, cuyo lateral cayó encima del tambo. Por ende la cantidad de ladrillos y escombros lo aplastaron”, relató el productor Juan José Ubize a Bichos de Campo.
Luego del paso del tornado, Ubize contó que los empleados fueron a buscarlo en horas de la madrugada, cuando se tenía que comenzar con el primer ordeñe. “Dentro de la desgracia, fue una bendición que nadie se encontrara trabajando cuando ocurrió todo. Cuando llegamos a las 3:30 estaba todo caído. No había luz ni señal de celular. Fuimos a buscar gente amiga con más experiencia en el trabajo de tambo. Nos llevó de 3 a 4 horas limpiar los escombros para reconstruir todo. Hasta que a las 22:30 pudimos poner el tambo en marcha”, describió el productor.
Según el relato, hubo que armar todo casi de cero. “Se tuvieron que rehacer la instalación eléctrica, las tranqueras, se colgaron las maquinas nuevamente y así empezamos de vuelta”, dijo.
Escuchá lo que nos decía Juan José Ubize:
Con esta desgracia Ubize coronó “un año muy jodido” para la actividad lechera en general. “El hecho de que tengamos los principales insumos dolarizados nos condujo a un bache muy grande, en medio del cual los que no saben cómo pelearla cierran sus establecimientos. Con los ingresos del tambo se hace difícil hacer frente a los gastos por delante”, resumió.
¿Y cómo se la rebuscan los que siguen peléandola? “Seguimos endeudados con los proveedores, a tasas que ya conocemos cómo están de elevadas, pagando notas de débito por diferencia de precios, y es muy triste que dediquemos tanto dinero al sistema financiero y no podamos ponérselo a la gente nuestra que labura todos los días y que se mata en medio del barro”, se quejó Ubize.
Ubize expresó que quienes gobiernan “es necesario que entiendan que la lechería no es una actividad que se pueda manejar por la fuerza del mercado. Producimos algo perecedero y nos resta posibilidad de defensa. No se puede mirar para el costado cuando ocurren desequilibrios en esta cadena”..