El desastre productivo registrado en gran parte de las regiones agrícolas argentinas no representaría un quebranto económico generalizado si el país contase con el mismo esquema tributario que el presente en Brasil, Uruguay y Paraguay.
La plataforma ProRindes muestra que buena parte del daño provocado en 2022/23 por la sequía se registró en la zona núcleo pampeana, donde la principal víctima será el cultivo de soja primera. Estamos hablando del principal cultivo en la principal zona productora del país.
En tanto, la plataforma AgBI, que permite modelizar los resultados del negocio agrícola en diferentes regiones, muestra que con un rendimiento de 28 qq/ha de soja de primera un modelo convencional para la zona núcleo pampeana generaría una pérdida de unos 200 u$s/ha.
Ese cálculo está realizado con un precio de 380 u$s/tonelada, que es el valor negociado actualmente en el mercado de futuros Matba Rofex para la posición Soja Rosario Mayo 2023, el cual es, precisamente, el correspondiente a la cosecha de soja de primera.
El dato es que el precio de 380 u$s/tonelada contiene un derecho de exportación del 33,0%, el cual, si no se aplicara, permitiría tener un precio de venta para la posición Rosario Mayo 2023 del orden de 580 u$s/tonelada; con ese valor, la empresa modelizada podría registrar un margen neto de unos 300 u$s/tonelada, a partir del cual posteriormente podría abonar impuesto a las Ganancias y desenvolverse sin mayores dificultades para hacer frente a compromisos financieros y comerciales, además de afrontar los costos de la campaña 2023/24.
Pero la política de aplicar derechos de exportación agrícolas de manera indiscriminada, si bien asegura siempre ingresos al Estado nacional, lo hace sobre una base muy pequeña cuando se registra un desastre productivo, además de provocar una merma de ingresos para los fiscos provinciales, reducir la capacidad de inversión de las empresas agrícolas (lo que compromete la generación futura de divisas) y hace que las empresas se tornen más dependientes del sistema financiero, entre otros inconvenientes.
Desde fines de 2022, cuando quedó claro el daño que provocaría la sequía, el desastre productivo argentino comenzó a ser contemplado en los precios internacionales de la soja, algo que las empresas argentinas no pueden apreciar a causa del recorte de precios generados por los derechos de exportación.
Esa es la razón por la cual naciones vecinas de base agroindustrial, como es el caso de los restantes integrantes del Mercosur, no aplican derechos de exportación sobre el campo, más allá de cuál sea el signo político en cuestión que se encuentre gestionando el Estado nacional.
Foto @patonlopetegui
Cuantos silos bolsa cuesta un sistema de riego?
Porque razon no usan como en otras partes del mundo?
Cuando tienen una buena cosecha embolsan en silos y fuerzan devaluaciones.
Cuando hay sequia socializan la perdida.
No les da verguenza?
Excelente razonamiento… Siempre arriba de la camioneta haciendo las cuentas en dólares…
Infórmate loco no hables al pedo
No podes poner sistemas de riego para más de 30.40 hs. Decime como regas 10 millones de hectáreas.
NO ES ESTUPIDEZ. Es SOCIALISMO SIGLO XXI. Algunos se animan a sacar todas las conclusiones de las premisas, otros no.
Lamentablemente gracias a gobierno corruptos hay que mantener a toda la vagancia con las retenciones.