Rusia es uno de los principales exportadores de fertilizantes y las sanciones económicas aplicadas por EE.UU. y la Unión Europea contra esa nación, a modo de represalia por invadir Ucrania, están generando un trastorno enorme en ese mercado critico para el sector agropecuario.
Por ese motivo, la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina, consiguió el apoyo de sus colegas ministros de países sudamericanos para llevar a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) una propuesta para que los fertilizantes queden fuera de las sanciones económicas por guerra y cuestiones geopolíticas.
El principal argumento de la ministra es que los fertilizantes, como también los alimentos, no pueden ser sancionados. El pedido fue respaldado por los ministros del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), que reúne a la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Como presidenta de la Junta Interamericana de Agricultura, Tereza Cristina presentará la propuesta durante la Mesa Redonda de la FAO sobre Insumos para Sistemas Agroalimentarios Sostenibles, que se realizará el próximo 16 de marzo.
“La imposición de sanciones unilaterales a las exportaciones de fertilizantes nos parece grave, pues representa una amenaza para la seguridad alimentaria mundial, especialmente para los países más vulnerables”, expresó la ministro brasileña por medio de un comunicado.
“Los fertilizantes no pueden ser sancionados porque si aumenta el costo de producción, también aumenta el precio de los alimentos producidos. Y quienes más sufren esta inflación son las naciones que, por razones climáticas, geográficas o económicas, no pueden producir buena parte de los alimentos que consumen”, añadió.
Los fertilizantes son un factor crítico para sostener los actuales rendimientos de los cultivos en general y de los cereales en particular, por lo que su adecuada provisión es sustancial para la seguridad alimentaria a escala global.
Adicionalmente, esta semana Tereza Cristina se reunió en Brasilia con representantes de los países árabes para discutir la posibilidad de aumentar las exportaciones de fertilizantes a Brasil desde Marruecos, Qatar, Arabia Saudita, Egipto, Omán y Argelia ante la eventual imposibilidad de importarlos desde Rusia y Bielorrusia.
La cuestión es estratégica para Brasil porque el país importa más del 85% de los fertilizantes utilizados en la agricultura. El gobierno de Jair Bolsonaro también está trabajando en la logística para la importación de fertilizantes.
Por último, el gobierno brasileño lanzará este viernes el “Plan Nacional de Fertilizantes” con el propósito de impulsar la producción interna de ese agroinsumos y eficientizar el uso del recurso.