En la zona central del país se está desarrollando una plaga sin precedentes que vulgarmente se conoce como “7 de Oro”. Se trata de un escarabajo que puede parecer simpático a la vista, pero que hoy lamentablemente está de moda porque está siendo registrado y reportado en innumerables establecimientos agropecuarios. Y porque hace daño.
El Astylus atromaculatus es un pequeño cascarudo amarillo y negro parecido a las vaquitas de San Antonio. Habitualmente se lo encuentra a campo abierto en pequeños avistamientos, pero hoy sus poblaciones se han difundido tanto que representan una adversidad económica de importancia porque han aparecido animales muertos y se asocian estas muertes a una toxina que emitiría el insecto. Su difusión se debe a que la sequía ha provocado enormes daños a los cultivos que suelen alojarlo. Por eso, desesperados por el polen, los insectos van migrando en gran número.
En el INTA Balcarce realizaron un informe actualizado de la situación del 7 de Oro, donde dan cuenta del impacto que tiene en los rodeos de equinos, bovinos, y ovinos, ya que por su enorme difusión sobre alfalfas y pasturas los animales lo ingieren de forma accidental, generando lesiones internas que los llevan a la muerte.
El informe que elaboró el organismo con sede en el sur de Buenos Aires traza una línea de trabajo basada en encuestas a establecimientos productivos. Del mismo se desprende que esta problemática puede llegar a afectar al 10% de cada rodeo. Al menos, esos niveles de mortandad han sido registrados en las zonas donde mayor presencia del insecto se reporta: Norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y noreste de La Pampa.
Germán Cantón es investigador del INTA y uno de los realizadores de este informe. Explicó: “Una vez que registramos el primer caso realizamos una encuesta para conocer las zonas donde se daba esta problemática para prevenir y manejar esta plaga. Los casos fueron en la región central. Hemos registrado en esas encuestas mortandades que llegaron al 10% de animales. Incluso en algunos lugares puntuales esos números fueron mayores”.
Este escarabajo es autóctono en Argentina, generalmente encontrado en cultivos como maíz, girasol y soja, principalmente. Apunta a las floraciones de cultivos, pasturas o malezas, debido a su alimentación y su característica de polinizador.
Las características climáticas de falta de lluvias registradas durante los últimos meses, que afectaron los cultivos de la región central, habrían provocado que el insecto busque otros nichos, como pudo ser alfalfas, llevando a una elevada carga en las mismas. Siendo las alfalfas un importante recurso forrajero en esta época del año en la región, esto fue lo que habría provocado el desencadenamiento de estos episodios de mortandad por ingesta accidental del escarabajo, hecho del que no se tenía demasiado registro.
El informe que elaboró Cantón explica cómo llegaron ellos a investigar este bichito y cómo afecta a los grandes animales. “A mediados de enero se visitó un establecimiento de cría bovina ubicado en el noroeste bonaerense ante la muerte de vaquillonas en corrales. Una semana antes habían comenzado a recibir alfalfa recién cortada y picada en comederos. A los 2 días se registraron algunas muertes que continuaron por una semana afectando a más del 10% del rodeo. Los animales manifestaron rechazo al consumo del forraje, decaimiento y diarrea severa. Durante la visita se realizó la necropsia a 2 bovinos observando lesiones multifocales necrohemorrágicas fibrinosas, ulcerativas, en yeyuno, colon y recto, principalmente. En el contenido ruminal se encontraron restos del escarabajo confirmando su consumo. Al recorrer la alfalfa se confirmó una elevada cantidad de escarabajos en las inflorescencias”.
Asimismo Cantón enumeró que del total de productores encuestados que tenían presencia del escarabajo, el 64% mencionó que ya otros años habían observado presencia de 7 de Oro, y la mayoría concuerda que su alta presencia en alfalfas fue llamativa este año, posiblemente relacionada a la ausencia de otros recursos de la alimentación habitual de este insecto (polen), asociado a las condiciones climáticas registradas.
Empero, el 89% de los establecimientos observó el insecto en la alfalfa, y en menor medida en otros cultivos maíz (21%), girasol (16%), soja (11%), sorgo (6%), asi como en cardos (16%).
Desde INTA recordaron las medidas de prevención a tener en cuenta para evitar muertes de los animales:
- Evitar o minimizar el consumo de forrajes con elevada concentración del escarabajo, realizando una vigilancia constante de las pasturas destinadas a animales antes de su ingreso y durante el pastoreo.
- Debido a sus características de alimentación, se podría evitar la alta carga de insectos al realizar un “despunte” o corte superficial de las pasturas, para reducir la presencia de inflorescencias, y así obligar al insecto a buscar otro nicho floral.
- En lo posible pastorear alfalfas con un bajo nivel de floración (<20%) lo que disminuiría la carga de insecto.
- El escarabajo posee mayor actividad diurna, por lo que el pastoreo durante estas horas permitiría que el mismo vuele a medida que los animales van avanzando en el pastoreo y así evitar ser consumidos accidentalmente.
- Ante el posible riesgo de mantener toxicidad aún seco, aquellas alfalfas destinadas a reservas forrajeras, antes de realizar el corte y previo a henificar, controlar que no queden o que haya baja concentración de escarabajos.
- Si se decidiera aplicar algún insecticida, consultar a un ingeniero agrónomo, y tener en cuenta que muchas de las opciones disponibles pueden tener bajo poder residual, haciendo que estos recursos forrajeros puedan volver a cargarse de escarabajos. Además, tener en cuenta el efecto adverso sobre otras especies de insectos benéficos.