Se puede acordar con los ambientalistas una agenda para una producción más sustentable. Un muy buen ejemplo lo acaban de dar la Fundación Vida Silvestre Argentina, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Ministerio de Agroindustria y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Todos esos actores presentarán un Kit de buenas prácticas para desarrollar una ganadería sustentable en el Chaco.
La presentación se realizó en el marco del Segundo Congreso Internacional del Gran Chaco Americano, en Santiago del Estero. La idea de este kit es brindar herramientas para lograr una producción ganadera compatible con la conservación del bosque.
Para conocer, leer y descargar el material podés ingresar en: vidasilvestre.org.ar/
La iniciativa construida entre funcionarios, técnicos y ambientalistas propone el aprovechamiento del bosque de una manera integral, que sirva como una alternativa de desarrollo sustentable frente a los cambios en el uso del suelo, a través del Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI). Este tipo de manejo apunta a lograr una producción rentable de carne y de productos maderables y no maderables, de manera compatible con la conservación del bosque nativo, su biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, en el marco de sustentabilidad ambiental, económica y social del que tanto se habla pero tan poco se hace.
La Fundación Vida Silvestre recordó que “el Plan Nacional de MBGI se formula en un escenario de deforestación y degradación de los bosques debido a la expansión de la frontera agrícola, (principalmente de cultivo de soja), el avance de una ganadería no sustentable, el desarrollo de la infraestructura, la tala destructiva, entre otros”. La idea ahora es cambiar esa historia para desarrollar un “plan de producción sustentable” compatible con lo que establece la Ley de Bosques.
Fernando Miñarro, Director de Conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina explicó por qué es clave hacer este esfuerzo: “El Gran Chaco americano es uno de los biomas con mayor biodiversidad de Sudamérica y es el más importante después de la Amazonia, pero se encuentra gravemente amenazado por la deforestación”.
“En los últimos 35 años hemos perdido alrededor de 12 millones de hectáreas de zonas boscosas, afectando cientos de especies de plantas y animales. En gran medida estas pérdidas se han debido al avance de la frontera agrícola con el cultivo de la soja y en los últimos años en particular con una intensificación ganadera con modelos pastoriles que no han tenido en cuenta al bosque. Por esta razón, hemos tomado el desafío de buscar modelos ganaderos que pongan por delante la conservación y el manejo sustentable del bosque”, añadió.