En medio de una crisis de abastecimiento del pan en Cuba, que tuvo su pico en 2018 pero es casi permanente, los molinos argentinos podrán dejar un jirón en Playa Girón.
Un consorcio formado por 50 empresas integrantes de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), concretará en los próximos días la exportación de 10.000 toneladas de harina de trigo a Cuba, tras 15 años de no realizar envíos a ese país.
La operación fue confirmada a la agencia Télam por el presidente de FAIM, Diego Cifarelli, quien afirmó que el “objetivo no es solamente esta exportación, sino que queremos sea el puntapié inicial con Cuba, que es un país con el cual nos encantaría consolidar los lazos afectivos y comerciales”.
Según detalló el dirigente empresario, la carga de 10.000 toneladas de harina ya se encuentra en los depósitos del puerto de San Pedro, Buenos Aires, a la espera del barco cubano que llegará el 13, dentro de dos días.
Según relató Cifarelli, el mercado del país caribeño “fue esquivo durante los últimos 15 años. Habíamos exportado desde la molinería argentina años atrás, pero en los últimos tiempos se hizo bastante difícil por la pérdida de competitividad que teníamos y la irrupción de Turquía en la región”.
Remarcó que dicho despacho “no hubiera sido posible sin la intervención de Cancillería Argentina, de la Embajada de Cuba y del Puerto de San Pedro, que nos facilitó la operación”. Ya contamos en Bichos de Campo que esa estación se está especializando en la exportación de alimentos.
Por otro lado, Cifarelli anticipó que la cámara empresaria se encuentra en “diálogo con el gobierno cubano para ver si podemos trasladar el ‘know how’ de la molinería argentina a Cuba, para poner en valor sus molinos. Así, incorporar tecnología mientras se sigue importando harina de Argentina. Esperamos que sean exitosas, tenemos un gran apoyo de Cancillería y del Ministerio de Agricultura para llevar adelante esto”.
Cifarelli consideró como “muy importante para la molinería, a pesar de tener falta de competitividad, poder haber salido de los dos mercados tradicionales que veníamos teniendo, que son Brasil y Bolivia”.
“Esto nos genera mucho entusiasmo y esperamos poder mostrarle a las autoridades el potencial que tenemos para que podamos ir en búsqueda de todo lo que podemos, porque nosotros molemos 6,5 millones de toneladas de trigo, pero tenemos la capacidad de moler 13 millones. No necesitamos nada, tenemos los fierros y el trigo, pero tenemos una estructura impositiva compleja”, indicó el directivo industrial.