La crisis de rentabilidad que castiga al engorde a corral comienza a reflejarse en las estadísticas, pero no ya en las privadas sino también en las oficiales.
Los datos que publica el ministerio de Agricultura indican que entre enero y octubre de este año ingresaron 3,3 millones de animales en los engordes a corral o feedlot, lo que indica una caída del 8,5% respecto de igual período del año pasado.
La baja se hizo más pronunciada en octubre, cuando la entrada de vacunos para el engorde con destino a la faena fue de sólo 202 mil cabezas, lo que significa una caída respecto de igual mes del año pasado de 17%. La fecha coincide con la mayor suba de los precios del alimento, especialmente el maíz.
Esta caída en los ingresos de terneros a ese sistema está anunciando una menor oferta de novillos en los meses próximos, ya que según comentan los feedloteros la mayoría de los corrales “se está vaciando”.
Además, entre diciembre y febrero es el período de menor oferta de terneros para engorde, con lo cual se supone que si bien aparecerá algo de hacienda que fue a recría habrá menos ganado disponible para la faena, al menos de las categorías novillos, novillitos y vaquillonas. A esto se suma el faltante estacional de vacas que tienen como destino a la exportación, que ya presiona incluso por otras categorías para abastecerse
En efecto, en octubre la salida de hacienda fue 338 mil animales lo que significa una baja del 10% con relación al mismo mes del año pasado, lo que se profundizará al menos hasta el arranque de la próxima zafra.
Esta menor oferta esperada para el verano debería impactar en el mercado. En las últimas tres semanas se vienen dando subas en las cotizaciones ganaderas, aunque algunos analistas y operadores dudan de la capacidad de respuesta del consumo interno, bastante golpeado por los efectos de la crisis económica. Por eso se prevén incrementos paulatinos en el precio de la carne al consumidor.
El menor encierre de los feedlots es consecuencia de que el resultado económico no acompaña. Desde el arranque del año que el precio del ternero que compran los engordadores a los criadores se mantiene firme. Registra una suba interanual que llega al 100%. El ternero que se vendía entre 80 y 90 pesos en noviembre del año pasado ahora llega a los 180 pesos por kilo vivo.
En las últimas semanas se agregó la fuerte suba del alimento que se necesita para engordar esos terneros. El maíz casi duplicó su valor de un año a otro, al pasar de 8.000 a 15.500 pesos por tonelada disponible en forma interanual.
Mientras tanto, el precio de la carne y de la hacienda para faena aumento en torno al 50%, bien por encima de la inflación, pero no lo suficiente como para cubrir costos.
El informe del Ministerio de Agricultura indica que el año pasado se mandaron a faena 4,25 millones de animales surgidos del semillero del feedlot. Suponiendo que este año se diera una baja del 10% y anualizando esa pérdida por cabeza, el sector acumularía una descapitalización de 27.500 millones de pesos.
A esas pérdidas hay que sumar las acumuladas el año pasado. Este proceso llevó a la descapitalización de varios establecimientos, lo que derivó en que muchos se transformaran en “hoteleros” (engordando para terceros) o desarrollaran sistemas asociativos con matarifes o agricultores, como estrategia para poder mantener sus corrales llenos.