El empresario Gustavo Grobocopatel, titular del Grupo Los Grobo, no esconde cierto desencanto con las políticas del gobierno de Mauricio Macri, que en su inicio se propusieron dar un fuerte impulso al desarrollo del sector productivo pero luego se enredaron en las necesidades del corto plazo y en las trampas que teje “la corporación política”.
En diálogo con Bichos de Campo, el empresario agrícola pidió que esa “corporación política” haga el ajuste que le corresponde y que por ahora solo le impone al resto de la sociedad. “No hubo esfuerzo de la corporación política de la misma magnitud que hay esfuerzo del sector empresario y de los trabajadores. La corporación política no dio muestras de cómo se van a reestructurar. Por ejemplo, hay 250 diputados, pero ¿cuántos se necesitan para que el Congreso funcionen bien?“
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Grobo consideró que el hecho de que la corporación política no haga estas reflexiones y su propio ajuste provoca que aparezcan en el escenario personajes no tradicionales como Jair Bolsonaro o Donald Trump, que se colocan en las antípodas de la política tradicional. En esos casos, consideró, “la sociedad los obliga a hacer el ajuste por la fuerza”.
“La responsabilidad de la corporación política es muy grande. La misma (clase dirigente) que dice defender determinados valores democráticos, republicanos y federales es la que mata lo que dice querer defender”, reflexionó Grobocopatel.
Antes de hablar de estas cuestiones, el empresario se refirió a la evolución de la nueva campaña agrícola y a la necesidad de que las políticas lleven a dejar de pensar en el cortoplacismo. “El corto plazo le gana todo y esto es lo que vemos hace décadas, somos víctimas del cortoplacismo”, se quejó, indicando que ése es uno de los factores que más limita el desarrollo del sector agroindustrial.
“La presión impositiva es insostenible. El sector agroindustrial no se desarrolla más y todo es por la extracción de dinero que se hizo desde el gobierno central y los provinciales al agro. Hasta que eso no se de vuelta es una utopía pedir que haya valor agregado, alargamiento de las cadenas, diversidad de matriz productiva y exportadora. Somos víctimas de nuestras propias decisiones”, enfatizó.
El empresario cuestionó las recientes declaraciones del presidente Macri la semana pasada cuando se reunión con la cadena agrícola en Trenque Lauquen y pidió a los productores que “militen” a favor de una reducción del gasto público en provincias y municipios. “No estoy de acuerdo con que él (por Macri). Como presidente no puede transferir el liderazgo a 100 mil productores agrícolas”, tomó distancia.
Grobo insistió con las deudas de la propia política y sugirió que luego del ajuste habrá que producir una reforma impositiva en serio, que permita reducir la presión fiscal sobre quienes producen.
“Hay que ver qué impuestos se cobran y cómo. Creo que los impuestos deben ser a los stocks y no a los flujos, porque lo más dañino es que haya impuestos a las exportaciones, al comercio interior, a los ingresos brutos. Son distorsivos e impactan mucho más sobre la estructura que los impuestos fijos como los impuestos a la tierra y al captal”, explicó.
Luego agregó: “Hay que eliminar las retenciones, ingresos brutos e impuesto al cheque. No podemos poner impuesto al comercio porque lo que necesitamos es más comercio”, enfatizó.