Un informe sobre el mercado ganadero elaborado por el Rosgan (el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario) muestra uno de los procesos desencadenados por la sequía sobre el sector: Durante todos estos meses no hubo pasto suficiente en los campos y por eso los productores se fueron desprendiendo de las vacas.
Eso en las estadísticas parece una buena noticia, porque sube la faena de animales y parece que se está produciendo más carne. En mayo pasado se faenados 1.280.624 vacunos, un 10% más que lo registrado en mayo del año pasado. La diferencia, hasta aquí, estuvo explicada por la mayor participación de las hembras en los envíos que iban al matadero, aunque ahora también se empieza a notar una mayor oferta de novillitos y vaquillonas. Es decir, sigue sin haber alimento suficiente como para retener la producción y estabilizar la oferta en valores históricos.
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Pero no es el dato más alarmante no es ése sino el del peso promedio de la faena. ¿Qué es? La cantidad de kilos de carne que se obtienen por cada res faenada en los frigoríficos, que es el equivalente a cerca del 50/55% del peso vivo del animal.
La escasez no solo de pasto sino también de granos (soja o maíz) debido a la sequía ha provocado o bien que los ganaderos reformulen hacia dietas menos costosas (en el caso de la hacienda encerrada) o bien hayan tenido que sacar de los campos a sus animales mucho más flacos que lo habitual, porque en definitiva no había pasto suficiente.
Así las cosas, el dato más alarmante que expone el informe del Rosgán es que el peso promedio de la res vacuna en mayo pasado fue de solo 225 kilos de carne por animal, lo que implica una caída de 7 kilos de carne menos por cada vacuno faenado ese último mes.
“De acuerdo a los últimos datos oficiales de producción, durante el mes de mayo el promedio de la res en gancho fue de 225 kilos, casi 7 kilos menos que los registrados en mayo del año pasado, cuando comenzaba a configurarse una tendencia creciente en pesos de faena que terminaría amesetándose en torno a los 236 kilos, para luego comenzar a descender bruscamente ante los primeros golpes de seca. Desde ese entonces a la fecha el peso medio por res faenada ha menguado en más de 10 kilos, limitando la producción de carne, a pesar de las elevadas tasas de faena que se están registrando”, describe el informe de los consignatarios rosarinos.
Teniendo en cuenta que la faena de vacunos es de unos 1,2 millones de animales en estos meses, la pérdida en la producción de carne se aproxima a 12 mil toneladas por mes, que es el equivalente al 20% veces las exportaciones mensuales o un 5% del consumo total dentro de la Argentina.