Un ganadero del pequeño pueblo de Valdepiélago, en España, fue multado por el Gobierno provincial de León como consecuencia de que una de sus vacas fue atropellada por una formación que circulaba por las vías del tren. A pesar de que el transporte -sin pasajeros- no descarriló ni tuvo daños aparentes, autoridades españolas castigaron dos veces al productor por el mismo incidente. En una de esas ocasiones la multa millonaria fue de más de 2 millones y medio de pesos (38.000 Euros).
En este caso, primero la agencia ferroviaria determino que lo sucedido fue “leve”, por lo que el productor que descuidó su vaca pagó en tiempo y forma 800 euros (53 mil pesos). Pero luego, y como si fuera poco, el Gobierno provincial volvió a sancionarlo calificando el hecho como “muy grave” e imponiendo la multa de 38.001 euros.
No es la primera vez que sucede, lo que no significa que sea natural. Es por eso que desde la organización agraria ASAJA de León, que representa a los agricultores de la zona –sería como una de nuestras Mesa de Enlace provincial-, sostienen que el sector ganadero no se desentiende de los daños que pueda provocar un animal que accidentalmente invada una ruta o una vía de tren.
Tomando la responsabilidad del tema, los ganaderos contratan un seguro de responsabilidad civil de explotación. De todos modos, en ese caso y con una multa de semejante envergadura, el seguro no cubre el accidente, lo que lleva a que el ganadero abandone su actividad, según denunciaron los ruralistas ibéricos.
No solo pasa en Argentina que el sector productivo viene reclamando hace tiempo ser escuchado por sus autoridades. En España además piden dejar de ser castigados económicamente por este tipo de accidentes, cosa que aquí raramente sucede.
El municipio de Valdepiélago, además de ser lugar turístico, cuenta con alrededor de 340 habitantes (según el censo 2015), y múltiples campos ganaderos de bajo porte, ubicados a orillas de las vías. Los diferentes productores que trabajan estos terrenos -algunos son fiscales- colocan un alambrado electrificado para evitar el paso de los animales hacia los andenes. Sin embargo, parecen resultar insuficientes.
Por este caso, ASAJA León acusó al Gobierno provincial de ir en contra de los intereses de los vecinos y en particular de los ganaderos, que hasta ahora han convivido siempre con el paso del tren sin mayores incidencias.
Cualquier similitud con la Argentina es mera coincidencia. Esta semana asumió el nuevo delegado del Gobierno de Castilla y León, algo así como nuestros gobernadores. A él y a su ministro de Fomento, ASAJA le pedirá que revean estas multas en contra de los ganaderos y que se encarguen de proteger las vías instalando pasos elevados donde sea necesario, o vallándolas para evitar que las invadan los animales domésticos o salvajes.
Como le sucedió a la pobre vaca, de la que nadie se acuerda.