La mega aspiradora de carne en la que se ha convertido China en los últimos años, sin dudas ha beneficiado a muchos países, que encontraron allí una demanda constante para su producto. La Argentina es uno de esos casos, destinando a ese mercado nada menos que el 70% de sus embarques, en un negocio que ronda los 1.500 millones de dólares anuales.
¿Pero qué tan valorada es nuestra proteína allí? La mayor parte de ese volumen, hay que decirlo, es carne congelada proveniente de vacas viejas o de descarte, que no representa para nada las cualidades de la carne argentina, aunque cada vez se intenta abrir nichos para el famoso bife argentino en un segmento de mercado de mayor poder adquisitivo.
De visita por la ciudad de Shanghái, el veterinario y experto en carnes Eduardo Malis reportó a través de sus redes los hallazgos de carne originaria de las pampas en los restaurantes más exclusivos de la ciudad, no sin antes llevarse una sorpresa.
“En Shanghái hay una zona a la que va el turismo de mayor poder adquisitivo, donde encontrás lo mejor de la gastronomía italiana, argentina, etc. En este tipo de parrillas, la carne premium aparece calificada por su raza, en general Angus, su alimentación a grano, y hasta el veteado que tiene. Lo que me llamó la atención es que siempre aparece la carne australiana y la norteamericana como la más cara, y por detrás queda la argentina”, contó a Bichos de Campo Malis, quien durante años dirigió el Centro de Investigaciones de Carnes del INTI, y trabajó siempre ligado a la industria frigorífica.
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En concreto, la carne argentina rondaba los 996 yuanes por kilo en promedio, un 15% por detrás de la carne australiana (1176 yuanes por kilo), 20% menos que la norteamericana (1246 yuanes por kilo) y 32% menos que la europea (1474 yuanes por kilo).
“Algunos importadores me dieron sus explicaciones. Hace años que el mercado chino está ocupado por carne de esos otros países, mientras que la de alta calidad de Argentina no está bien posicionada ahí todavía. Hemos exportado mucha carne de baja calidad, carne que va a la cacerola, apostando al volumen. Yo creo que Argentina tiene que empezar a apostar por la calidad, porque volumen no tiene”, indicó el especialista.
Para Malis, la carne premium debe estar sí o sí ligada a sistemas modernos de identificación y trazabilidad, que permitan a su vez obtener certificaciones de importancia internacional.
“Algunas empresas y frigoríficos privados han desarrollado su marca en nichos, pero el mercado del que yo estoy hablando es uno muy grande. China tiene 400 a 500 millones de habitantes de clase media con alto nivel adquisitivo. Es el mercado de la hotelería, de los restaurantes cinco estrellas, y ese es el mercado al que Argentina tiene que apuntar”, señaló.
En ese sentido, apuntó en sus redes al rol del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, a quién le dirigió una pregunta: “Hola IPCVA, ¿seguimos promocionando carne berreta?”.
“Yo entiendo que el IPCVA hasta ahora ha hecho una campaña de promoción, no digo esta gestión sino históricamente, intentando instalar la carne argentina. Y nos vanagloriamos por el aumento de las exportaciones, pero si vos desagregás las que van a China, si separás lo que es vaca de lo que es carne premium, vas a ver que estamos estancados en exportaciones de carne premium”, indicó Malis a este medio.
-¿Qué es lo que debería hacer ese Instituto para usted?– le preguntamos.
-El IPCVA tendría que apuntar a desarrollar una estrategia de la carne de alta calidad. Pero solo no lo puede hacer. Seríamos muy injustos si le exigimos algo que tiene que hacer el país, que tienen que hacer los gobiernos. Yo me pregunto, ¿cuál es la política del gobierno, de este gobierno y de los anteriores? ¿Cuál es la política de Argentina? Creo que no hay política. No veo un lineamiento del Estado respecto a subir el peso de faena. Lo que escucho son evaluaciones de estadísticas de lo que ya pasó. Pero si vos querés competir con Australia y decidís, por ejemplo, ocupar el mercado cambiando la composición del bife, tenés que empezar a trabajar con la genética, cómo lo ha hecho Brasil, que en 20 o 30 años desarrolló una carne muy competitiva. El IPCVA es una herramienta, pero que tiene que estar en el marco de una política, y esa política no existe.
-De lo que usted observó en China, ¿qué tipo de carne es la más demandada?
-El bife en uno con mucha vestidura de grasa, bastante más grande que lo que estamos habituados nosotros, pero la carne argentina tiene mucha aceptación cuando la conocen. Es un mercado con un potencial muy grande, pero no está trabajado o es insuficiente. Creo que las empresas o las instituciones como Angus están muy solas abriendo este mercado, porque Argentina no tiene una política como un país. El mundo carne es un mundo muy regulado, como todos los alimentos. Fíjate que estamos hablando de cuotas, como la Hilton o la 481, que las imponen los países que te compran. No estamos hablando de un mercado abierto. China misma no tiene cuotas abiertas, pero tiene intervenciones constantes en los mercados a través de sus mecanismos financieros, sus bancos, sus empresas importadoras. Nosotros tenemos que por la calidad.
A continuación, añadió: “Acá hay mucho debate y pocos hechos concretos. El grueso de los esfuerzos tiene que estar en el posicionamiento de la marca argentina en el mercado de alta calidad, y aguas abajo tiene que estar acompañado de desarrollos genéticos y de sistemas de trazabilidad confiables. Lo que vos promovés son intangibles. Uruguay, te dice ‘nosotros no utilizamos hormonas, es saludable’, y como eso es intangible lo certifican”.
Que bueno que en China la carne Argentina está más barata comparada a carnes de otros países , por lo menos pueden comer , acá en Argentina tenés vacas a 20 km a la redonda de una ciudad y al precio que está el kilo nadie puede comer carne , esperemos que no sigan regalando carne a China ni a otros países , que hacen que sumado a otras cosas acá sea imposible comprar carne vacuna, otra cosa Eduardo Malis, en China comen perro , tortuga , no necesitan carne premium.