Tomamos fragmentos de un artículo de la sección Campo del diario digital Infobae en el que se muestran los primeros resultados de un estudio de alcance nacional enfocado en identificar los mitos sobre el sector agropecuario que están enraizados en los argentinos. De allí surge que la imagen de la gente citadina sobre el productor agropecuario es paupérrima, en contraposición con lo que sucede con la visión urbana que existe sobre los trabajadores rurales.
Realizada por Jorge Giacobbe (hijo), analista político y consultor en opinión pública, e Iván Ordóñez, economista especializado en agronegocios, este primer estudio trata de responder cosas tales como: ¿Cuáles son los mitos y prejuicios que operan en las mentes de los argentinos cuando piensan en los productores agropecuarios? ¿Cómo opera esa maraña de ideas en el mapa mental de los ciudadanos, y cómo luego los llevan a tomar decisiones de opinión y de voto? ¿Qué grande es la diferencia respecto de la auto percepción de la gente del campo?
A partir de esas consignas, según cuenta la crónica de Infobae, se diseñó una pregunta por cada problema y se realizaron 2.500 casos efectivos representativos de toda la población nacional, mediante el método de Mobile Research entre el 4 y 10 de octubre pasado. A Giacobbe y Ordóñez les llemó la atención especialmente la opinión particular de los habitantes de ciudades de menos de 30.000 habitantes (los vecinos de la producción) y cuál es la visión de los jóvenes (el futuro del país y del agro).
Los resultados del estudio se presentaron el viernes pasado en la III Jornada Anual de Prograno y la Asociación de Semilleros Argentinos, que se realizó en la provincia de Salta. Unas horas después, el propio Giaccobe respondió las preguntas de Juan Martín Melo en una entrevista radial por Radio Colonia:
Una de las primeras conclusiones del trabajo es que los productores agrarios poseen de sí mismos una mirada muy diferente de la visión que de ellos tiene la población general. “Los productores se ven a si mismos como héroes, pero la sociedad los considera antihéroes”, explicó Giaccobe.
El permiso social en estos tiempos es necesario para cualquier actividad, no solo para sentir el apoyo necesario para la valoración individual y las ganas de seguir arriesgando y emprendiendo, sino también para lograr el prestigio que resulte en protección social frente al sistema político, afirma Giacobbe.
“El productor agrario aparece como un antihéroe depositario de recelos, envidias, mitos y prejuicios, que lo deja en una posición claramente vulnerable”, exprearon los realizadores del informe. Y agregaron que “es fácil para cualquier político, entonces, meterle la mano en el bolsillo al productor agrario, porque la sociedad está de acuerdo con ello”.
Además, la comparación entre la imagen publica de los trabajadores rurales versus la de los productores del campo plantea una situación donde uno es bueno y el otro es malo, donde uno es víctima y el otro victimario. Los trabajadores tienen el doble de imagen positiva que los productores, y un cuarto de su imagen negativa.
“Si usted es un productor del agro, y además planta soja, a los ojos de la opinión pública resulta un actor social a quien recelar, relegar y condenar socialmente. Aunque resulte injusto, usted se parece más a un malvado barco ballenero japonés que a un amigable leñador canadiense, o a un heroico bombero de New York”, son parte de las reflexiones que Giacobbe y Ordóñez presentaron el pasado viernes en Salta.
Para terminar, los especialistas manifestaron: “La salida es estrategia cultural, comunicacional y política. El campo debe crear muchos más líderes comunicacionales que slogans”.
Es el resultado de los años anteriores en los cuales se demonizo al productor agropecuario y la falsa impresion de que la mayoria de los productores son grandes terratenientes(como si esto fuera malo per se),cuando el sector agropecuario es el que mas pymes concentra.
El ataque sistematico de la izquierda falsoambientalista sobre el uso de fitosanitarios,sin ningun asidero cientifico,la idea estupida y perimida de la oligarquia vacuna,del patron de estancia,etc. Todo producto de la ignorancia,la desinformacion y la mala leche del Estado para con su primer benefactor,su principal fuente de divisas,una locura total que solo puede darse en un pais enfermo como este.Durante los años del Kirchnerato todo el aparato del Estado se apunto para demonizar la actividad,este es el resultado,los que les damos de comer somos los malos de la pelicula ,un contrasentido total.
Mario Muñiz, no es sólo la demonización del gobierno anterior, son muchas décadas de ideas completamente erradas, simplificaciones extremas, visiones dicotómicas e ignorancia. Hace por lo menos un siglo que tanto desde la izquierda como desde la derecha se ataca a los “oligarcas terratenientes”, como si los productores sólo fueran eso. Miguel A. Cárcano, Jacinto Oddone, Juan Tenembaum, James Scobie, todos escritores del siglo XX que difundieron esa falsa imagen de un mundo rural dividido entre terratenientes codiciosos y proletarios paupérrimos. Por suerte ahora hay estudios históricos serios, pero no trascienden de los círculos académicos. La única forma de cambiar las cosas es con educación, y haciendo labor comunicacional. Los datos y los materiales están, y son contundentes y abundantes.