El nuevo gobierno anunciará este martes las medidas económicas tan esperadas. El nuevo ministro Luis Caputo, un experto en materia financiera, será el encargado de comunicarlas a la población y los mercados.
Para el economista de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino), David Miazzo, hay tres desequilibrios que merecen una urgente corrección: “El fiscal, el monetario y el cambiario. El fiscal es la madre de los todos, porque para financiar el déficit se emitió dinero y eso generó los otros desequilibrios”, explicó.
Suponiendo que se lograra al menos acotar el déficit fiscal, quedan por resolver los demás problemas.
En cuanto al flanco monetario, Miazzo aseguró que es clave desarmar la bomba de las Leliqs. “Arreglar el desequilibrio monetario significa solucionar básicamente el problema las leliqs”, que cotizan en pesos y suman el equivalente a 35.000 millones de dólares.
Para eso, el economista de Río Cuarto dijo que hay tres posibles salidas: “Una muy mala que es romper contratos y dar un bono a 10 años y se soluciona el problema de corto plazo, pero se genera un problema de credibilidad. La segunda es voluntarista y dice que si se estabiliza la economía y se recupera la demanda de dinero se soluciona el problema, para mí es una fantasía”.
Para Miazzo, la opción más viable es otra, la tercera, que a su vez también sería la más difícil de implementar. Por eso fue nombrado Caputo al frente de Economía
“La tercera opción es canjearlas (a las Leliqs) por dólares, tratar de conseguir 15 o 20 mil millones de dólares de piso, para liberar el cepo y que todos los pesos que se quieran salir de las Leliqas, que se salgan. Hay muchos pesos contenidos ahí porque las empresas no se pueden dolarizar y están contenidos”, presionando a su vez sobre la inflación y tipo de cambio, explicó el analista.
Escuchá la entrevista completa:
Muchas empresas tienen Leliqs porque no pueden dolarizar sus dividendos, y porque la tasa de interés que cobran es de 293%. También los bancos tienen Leliqs como respaldo de los plazos fijo de los depositantes.
En definitiva el problema es la falta de dólares. La oferta de divisas se vio restringida en los últimos años por la caída en las inversiones extranjeras directas, la falta de acceso al crédito, y el freno en la producción agropecuaria que en la última cosecha se transformó en una caída sustancial por el impacto negativo de la sequía.
Las Leliqs en definitiva presionan sobre los precios y sobre el valor del dólar. Hoy esa masa de dinero está contenida en ese instrumento financiero pero todo pende de un hilo.
“Hay que absorber con dólares esos pesos y romper con ese problema en el corto plazo para no pagar tasas de interés tan altas, y porque tenerlo genera expectativas devaluatoria. La solución para eso es conseguir deuda en dólares. Hay que desarmar la bomba de corto plazo, esperando estabilización de la economía y que así la deuda en dólares sea repagable”.
Miazzo cree que en esto el sector agropecuario tiene mucho para aportar. Si se liberan los accesos a los mercados internacionales y el clima ayuda el sector tendría una cosecha razonablemente buena y aportaría 50.000 millones de dólares, lo que significa el 70% del total de dólares comerciales y genuinos que tanto requiere el país.