¿Se resignan márgenes de acción y libertad gremial si se reciben subsidios del Estado en medio de la pandemia del coronavirus? Esta pregunta, que bien puede tener varias respuestas, abrió un intenso debate entre los 2.500 productores con cernet de la Sociedad Rural Argentina (SRA). La entidad, como trascendió esta semana (se supone que por una filtración propiciada desde el propio gobierno) recurrió a la ayuda oficial para poder pagar los salarios de sus más de cien empleados.
Son muchas las empresas que debieron recurrir a la ayuda del Estado para pagar salarios en el medio de la fuerte caída de la actividad provocada por el aislamiento forzoso debido al coronavirus. Esta ayuda se estableció mediante el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), creado por el Decreto 332/20. Y la SRA lo hizo para pagar los sueldos de abril pasado.
Aunque la actividad agropecuaria ha estado exceptuada desde el vamos y los productores pudieron seguir trabajando casi con normalidad, no sucedió lo mismo con sus organizaciones gremiales. En el caso de la Rural, la entidad empresaria más antigua del país, se resintieron seriamente los flujos de ingreso por la suspensión hasta octubre de la tradicional Exposición Rural de Palermo, además de la cancelación de muchas otras muestras realizadas en ese predio. Pero además se suspendió el trabajo normal de los registros genealógicos de las diferentes razas, y otros servicios a los cabañeros brindados desde la SRA.
Esto fue lo que trató de explicar Daniel Pelegrina a los socios cuando se hizo público -no porque quisieran sino porque se filtraron listados de los beneficiarios que supuestamente estarían en condicones de prescindir de esos subsidios- que la SRA también se había acogido al régimen de los ATP.
“El advenimiento de la pandemia de Covid-19 (…) generó un freno total a la actividad y a la normal operatoria de los servicios nuestra entidad”, explicó Pelegrina. Y agregó que “durante las primeras semanas de la cuarentena, y debido a las limitaciones impuestas a la circulación y la actividad en general, los servicios de Laboratorio y Registros Genealógicos no pudieron operar normalmente, generando una merma en los ingresos que en ese entonces no se sabía aún qué alcance y duración tendría”.
Al mismo tiempo, según esta explicación, La Rural SA, que es la firmas privada que administra el histórico predio de Palermo, “sufrió una serie de cancelaciones de los eventos programados para el año y como se comunicó oportunamente, hubo que posponer la Exposición Rural y, consecuentemente, los ingresos que se generan para la entidad”.
La decisión de acogerse a los ATP, según Pelegrina, permitió pagar en tiempo y forma los salarios sin afectar las cuentas previas de la organización. “Hemos podido preservar, hasta el momento, cada uno de los puestos de trabajo de nuestros colaboradores y su ingreso, que no se ha visto mermado: no hubo suspensiones, ni ajustes, lo que sin duda es un alivio para ellos y sus familias, que dependen de nuestra institución”, explicó el dirigente.
Pero esta decisión encuentra a esta organización de la Mesa de Enlace en una difícil y reñida interna, que debería concuir en una nueva elección entre dos listas en spptiembre próximo, al igual de lo que sucedió en 2018, cuando el oficialismo de Pelegrina y Carlos Vila Moret (que repetirían fórmula) se impuso a una lista opositora del Movimiento Compromiso Federal, encabezada por Alberto Ruete Güemes.
En este caso, ya se sabe que ese agrupamiento presentará una fórmula encabezada por un ex directivo de la organización, Nicolás Pino, a quien se sumó en las últimas horas como candidato a vice un empresario agropecuario de fuste, el titular del grupo Bermejo Marcos Pereda.
En este escenario se fagocitó entre los socios un debate casi existencial y filosófico sobre los grados de libertad en su accionar gremial que sacrificaría la SRA al haber aceptado el socorro de fondos desde un Estado al cual se le critican muchas cosas. Y es que seguro que dentro del equipo del presidente Alberto Fernández hubo más de un funcionario que se solazó con tan insólita situación: la Rural, nada menos que la entidad que históricamente más defendió la libertad de mercados y criticó la intervención del Estado en la economía, había tirado la toalla.
“Vemos con sorpresa y estupor que la actual dirigencia de la SRA haya tomado algunas medidas que, a nuestro juicio están reñidas con la historia, el pensamiento y los principios que nos rigen hace mas de 153 años de existencia. Una decisión de semejante importancia , como es un pedido de ayuda estatal , no tiene sentido de ser aplicada a una entidad gremial como la nuestra”, criticó con fuerza el grupo opositor.
Agregó el Movimiento Compromiso Federal que “el daño a la entidad y la afectación de su imagen frente a la opinión publica pueden resultar irreversibles si no se actúa con la templanza necesaria. Durante un siglo y medio la libertad, la firme defensa de la producción y la independencia de gobiernos de cualquier signo político son pilares indiscutibles donde se apoyan nuestros valores y nuestras ideas”.
¿Cuánto vale la libertad? ¿En todo caso, podría haber pagado los salarios la SRA sin concurrir a la ayuda del gobierno al que tanto critican los productores de esta organización? Algunos dirigentes opositores aseguran que sin duda, más allá de la suspensión temporal de sus ingresos. Bastaba con pedir un aporte especial a los socios o recurrir a los ahorros (algunos hablan de una cuenta en dólares, incluso) de la propia organización. En todo caso, no fue un tema de debate con los asociados.
El debate parece menor, pero no lo es. Y es que muchos ruralistas de esa y otras entidades prevén que la cuerda se irá tensando entre el agro y el nuevo gobierno en los próximos meses, en la medida que se agrave la crisis económica. Y se indignan ante la posibilidad de que la histórica SRA se vea condicionada para actuar debido a la ayuda que recibió.
Pelegrina se muestra tranquilo e incluso en las últimas horas salió a criticar con dureza la decisión del Banco Central de poner mayores restricciones para la importación de insumos agropecuarios al valor del dólar oficial. Pero los opositores aprovechan para meter el dedo en la herida. Dicen que “suesta imaginar al presidente de la SRA brindando un acalorado discurso en la histórica tribuna de Palermo, con reclamos o marcando diferencias, frente a funcionarios oficiales que pocas horas antes hayan firmado la asignación de recursos en dinero o aportes a su favor”.
¿Cuánto cuesta la liberta? ¿Era negociable? Lo veremos en las próximas semanas.