Esteban Motta es un joven chacarero de Piamonte, en Santa Fe, y además ha sido un activo militante de la Federación Agraria. Considera que el cierre de las exportaciones de carne vacuna es una pésima señal, pero no solo para los ganaderos sino para todos los productores. Él mismo está replanteando su plan de siembra de trigo y maíz temeroso de lo que a partir de ahora pueda suceder con los cereales.
“El productor ajusta de otro lado si se ajusta sobre el precio. La verdad que esto (por el cierre de las exportaciones de carne) implica revisar las perspectivas de inversión, y si se sostiene en el tiempo va a haber liquidación de madres también. Después lo que es natural: el que se quema con leche ve la vaca y llora”, describió Motta, recordando el cierre de exportaciones de 2006 y el daño que provocó sobre toda la actividad productiva.
Mirá la entrevista con Esteban Motta:
Esteban es una máquina de tirar ideas ante este tipo de conflictos entre el gobierno y el agro. En la entrevista consideró que debería aplicarse una política pública inteligente para poder ayudar a quienes más sufren con la fuerte suba de los precios de la carne, que orilló el 85% desde el año pasado. Pero se opuso de forma terminante al cierre de las exportaciones de carne, porque implica enviar señales de desaliento para el productor.
¿Y entonces, cómo se hace con los precios de la carne? Motta recomendó mirar una alternativa de política pública de la cual hace algunas semanas hablamos en Bichos de Campo: es el caso de la Billetera Santa Fe, aplicada por el gobierno de esa provincia. Se trata de una aplicación que se baja al celular, con la cual la gente puede pagar sus compras en una serie de comercios adheridos, incluyendo a muchas carnicerías. Luego de cada compra, el gobierno provincial deposita en la cuenta del usuario un 30% del montó que gastó, estirando su capacidad de compra en la misma proporción.
“En el caso del Gobierno nacional se puede arrancar de movida con el 21% de IVA, que puede devolverlo. Son montos que para una familia tipo no son bajos y se terminaría con el tema de control de precios en góndola, que además se realizan en plena pandemia”, razonó el chacarero.
Para Motta, cosas como estas servirían “para atacar la coyuntura (de altos precios de la carne), porque cualquier medida que interviene en el mercado es contraproducente en el largo plazo”. Luego, recordando la masacre ganadera que produjo la intervención del mercado de la carne en el primer kirchnerismo, Motta insistió: “Ya vimos que esto no funcionó, que los precios no bajan y que se terminan beneficiando ciertos eslabones de la cadena. No se puede ser tan inocente en estas medidas porque, siempre algunos pierden pero otros ganan”.