Está por terminar el año 2023 y mientras pasan los días se complica la posibilidad de garantizarle bienestar y contención a Lala, la yegua enmascarada, que tuvo gran parte de su cuerpo quemado; o al longevo Abel, que ingiere sopas porque ya no tiene dientes para comer; o a Estrella, la yegua rescatada pero sentenciada a perder una pata.
Son solo tres de los casi 200 casos de equinos que desde hace 14 años pasaron por la ONG ACMA (Ayuda a Caballos Maltratados) y se resguardaron en dos campos ubicado en Alejandro Korn y en Baradero, ambos en la Provincia de Buenos Aires.
En esta última localidad, sin embargo, ya no podrán seguir pastando más de 130 caballos que viven allí en semilibertad luego de ser rescatados, víctimas del maltrato animal. Resulta que después de mucho tiempo les toca abandonar “El Santuario”, como llaman desde ACMA al campo de Baradero. El predio fue vendido y los nuevos dueños no ven viable sostener su emprendimiento cohabitando con los animales.
Por eso los protectores de animales se lanzaron a la búsqueda desesperada de un nuevo campo de entre 60 y 120 hectáreas, en una zona segura y donde los caballos tengan las condiciones mínimas para vivir. Del resto se encarga el veterinario Ariel Corse, presidente de la ONG, junto a María de los Ángeles Luongo, la fundadora de ACMA, y otros 40 voluntarios que sostienen esta tarea.
En esta carrera contra reloj, porque en los primeros días de enero los 131 equinos tendrán que salir de este campo, ACMA tiene el gran desafío de encontrar un lugar que lo suplante, en un contexto muy complejo, donde hay muy pocas ofertas de alquiler de campos, y los precios muchas veces resultan impagables.
¿Por que no llevar los caballos al predio que esta en Korn? Si bien parece ser esta la solución inmediata, no es lo ideal, porque en este predio de tan solo 20 hectáreas funciona como un hospital donde se le brinda atención a unos 85 caballos que no están aptos para vivir en condiciones de semilibertad.
Según las fuentes consultadas, no poder trasladar a otro campo los 131 equinos ubicados en “El Santuario” sería el punto final para la organización que hasta el momento no recibe ninguna ayuda del Estado y se sostiene por la colaboración de muchas personas que valoran la altruista labor.
Concentrar todos los animales en el conurbano bonaerense, donde el espacio es reducido y los animales estaría apretados, elevaría sobremanera los gastos para la alimentación, cuyo estimado ronda los 4 millones y medio de pesos por mes. La cifra no podría ser absorbida por ACMA, que se vería condenada en pocos meses luego de más de una década de trabajo.
En definitiva, este es dilema que enfrenta la asociación. Sin perder las esperanzas, siguen en la búsqueda de un campo salvador (con buena oferta de pasto) en la zona de Lobos, Chascomús, Lima, Maipú, Ramallo o la propia Baradero, entre otras localidades. La selección de la zona no responde a un capricho, sino que precisan que sea seguro, porque en los últimos tiempos han aumentado los robos de caballos para faena clandestina y posterior venta en las carnicerías.
“No podemos conseguir el campo que necesitamos, porque son muy pocas la hectáreas o no tiene las condiciones que necesitamos. Nosotros necesitamos tener seguridad, que los alambres sean buenos, que la zona sea buena, porque el cuatrerismo esta terrible y no podemos poner en riesgo nuestros caballos y la mayoría de los campos están en venta, esa es la realidad. No podemos conseguir”, enfatizó Vanina Díaz, una voluntaria que lleva más de 10 años en la Asociación. Ella dijo a Bichos de Campo que aun siendo la ONG más grande del país les resulta inviable pagar un alquiler de 1 millón de pesos, como les han llegado a pedir durante la intensa búsqueda.
Las características del campo que precisa ACMA son las imprescindibles para que los caballos, puedan vivir en libertad hasta su deceso, porque en el refugio no interviene en su desarrollo, salvo dos o tres veces al año en que se los desparasita, se vacunan y se les realiza el Test de Coggins para detectar casos de Anemia Infecciosa Equina (AIE), tal y como lo exige la normativa del Senasa.
ACMA es una organización sin fines de lucros que nació en 2010 y desde sus inicios ha salvado cientos de equinos. Muchos provienen de casos que están judicializados y permanecen bajo el amparo de la asociación, sin aportes desde el Estado. Un alto porcentaje de estos animales pertenecen a la provincia de Buenos Aires y “por falta de recursos” la policía bonaerense los lleva directo a la ONG.
Por eso, ante la situación límite, una de las soluciones que manejan desde ACMA es que se le asigne un “predio judicial, en comodato o contrato de alquiler por 10 o 20 años”.
“Le hacemos ahorrar millones mes por mes al Estado. No queremos plata, simplemente algo en comodato o como para alquilar. No conseguimos nada” dijo el doctor Corse a Infobae recientemente. Mientras tanto, crecen los temores porque concentrar todos los caballos en el predio de Alejandro Korn limitaría un sin número de actividades que se desarrollan con fines educativos y a la que asisten de manera regular escuelas primarias, secundarios y hasta estudiantes universitarios que hacen prácticas de veterinaria en el lugar.
hola buenos días me encantaría adoptar un caballo como puedo hacer desde ya muchas gracias