Esta nota es como esas películas o historias donde el protagonista quiere hacer algo que nadie nunca hizo en su barrio o ciudad y todo el mundo lo mira con una mezcla de burla e incredulidad hasta lo concreta y ahí demuestra que para hacer algo nuevo simplemente hay que empezar y ya.
La fábrica de vinos artesanales J’Smith se encuentra ubicada en el departamento del Huila, en el municipio de Garzón, Colombia, una región (un país) donde la producción de vino es inexistente. O mejor dicho “era” porque Jairo Smith Triviño Pineda, este joven ingeniero agrónomo y emprendedor, ha dado el primer paso en el camino de hacer algo distinto a lo que siempre se hizo y hace en su lugar de origen.
“Colombia se caracteriza por ser unos de los principales productores de café en el mundo, por lo tanto la producción de vinos no es algo propio, es una actividad nueva y, en mi caso, un producción es artesanal, ya que elaboramos 2.000 botellas por año”, describe el emprendedor.
Jairo comenzó a producir vino en 2017 y una de las barreras que busca sortear tiene que ver, justamente, con los hábitos de la gente local que no tiene al vino en su “dieta” como algo cotidiano -ni siquiera semanal- para un almuerzo o cena. Allá el vino se consume solamente en eventos muy especiales. Cambiar este hábito de consumo es uno de los desafíos a los que se enfrenta.
“Este proyecto es un complemento de mi economía y se está fortaleciendo poco a poco porque el cliente, es decir la gente que ya consume algo de vino, no está acostumbrada a tomar en las comidas sino en celebraciones. Así que estamos trabajando en acciones de marketing para cambiar esto”, reflexiona Jairo. “Mientras tanto, yo sigo produciendo y poniendo todo mi corazón porque me gusta mucho”.
Vinos artesanales J’Smith produce vino blanco, tinto y un vino de cereza, todos en presentaciones seco y semiseco. Las frutas utilizadas en la producción son compradas a campesinos del municipio de Tarqui en el departamento del Huila. Si bien no toda la producción es de uva, se acepta que se denomine “vino” aunque también se las llama “bebidas fermentadas”.
“Preparamos nuestros vinos con uva Isabella, que es la que plantan los agricultores de la región de forma agroecológica (no orgánica porque no posee certificación) y ese es un ´plus´ de nuestras bebidas que suma a la hora de promocionarlas ya que hoy el consumidor se interesa por el uso o no uso de agroquímicos en las producciones”.
J’Smith vende su producción en el mercado local y si bien son vinos jóvenes, en vez de la práctica rosca utiliza corcho “porque da mayor seguridad y una mejor conservación” y, además, contribuye a la estética de la botella. Los vinos no tienen conservantes ni saborizantes.
“Mi objetivo para el futuro es convertir a J´Smith en una industria licorera para producir vinos, aguardiente, ron, whisky y cerveza siempre de forma artesanal y agroecológica. Por ahora sigo trabajando por fuera de mi emprendimiento para completar mis ingresos pero mi idea es crecer hasta que no haga falta y poder dedicarme 100% a esto”.