Alberto Mayoraz es un ganadero de San Cristóbal, en el norte de Santa Fe, donde tiene una cabaña Brangus y también hace ciclo completo de recría y engorde para producir novillos pesados terminados a pasto.
En el otoño de 2017, Mayoraz visitó establecimientos pecuarios en Houston, EE.UU., en un viaje organizado por la firma Juan de Bernardi, con el propósito de conocer qué estaban haciendo los productores de Brangus allí y se encontró con una novedad: había mucho entusiasmo con una nueva cruza llamada Ultra Black y Ultra Red.
Se trata de la cruza de Brangus con Angus con el objetivo de darle más vigor híbrido, aumentar la habilidad materna y mejorar la calidad de la carne. La meta es lograr un 3/16 Brangus con vientres Angus y toros Brangus registrados, aunque también puede ser al revés, es decir, con vientres Brangus y toro Angus.
“Vimos que podía funcionar en un parte del campo, en las mejores zonas, pero le hicimos una pequeña adaptación: ellos cruzan vaquillonas Brangus con toro Angus, pero nosotros a la cría le volvemos a dar Angus, porque su influencia en la primera cruza vimos que no se nota mucho”, explicó Mayoraz a Bichos de Campo.
La adaptación la comenzó a hacer en la primavera de 2017, ni bien regresó de EE.UU.. Hoy el 80% de la los animales de la cabaña son Brangus y el 20% de la hacienda de cría son Ultras, mitad Black y mitad Red. “Siempre usamos un toro consagrado con facilidad de parto y podemos venderle hacienda a nuestros clientes asegurando que no van a tener ese problema, porque es hijo de vaquillona de 15 meses con un macho con esa condición”, indicó el empresario pecuario.
Lo que busca es que saque del Brangus el pelo corto y mayor rusticidad, necesarios para una zona como el norte de Santa Fe con veranos muy calurosos, al tiempo que el Angus aporta una mejora en la calidad carnicera.
Mayoraz es un apasionado de la ganadería y sabe que en la región en la que desempeña la actividad el clima obliga a contar con animales rústicos que se adapten a esas condiciones. Y por eso un fanático del Brangus. “Estamos a full con esta raza”, afirma.
Pero, al mismo tiempo, se inclinó por probar esa nueva cruza para mejorar la calidad de la carne de la hacienda que se envía a faena. En tal sentido, reconoció que no hubo diferencias en los rendimientos en gancho entre los Brangus y los Ultras.
La cabaña de Mayoraz tiene una particularidad: no venden sus animales de cría a otros cabañeros, sino que los subastan a productores de rodeos generales, que así puede mejorar su genética. Clientes no le faltan, dado que en el último remate que dio la semana pasada se vendieron todos los ejemplares ofertados: 88 toros Brangus y los 22 Ultras.