La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) denunció esta semana una serie de irregularidades detectadas en un campo olivícola propiedad del empresario y referente libertario salteño Alfredo Olmedo, ubicado en la capital de La Rioja. El operativo de inspección fue realizado en conjunto con la Secretaría de Trabajo provincial —específicamente el área de Higiene y Seguridad— y el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE).
Según informó Omar Cedrón, secretario general de la Seccional 395 Capital de UATRE, el procedimiento tuvo lugar en la finca Alfredo H. Olmedo S.A., donde se supervisaron las condiciones de alojamiento de 63 trabajadores migrantes contratados para la cosecha de aceitunas. Los inspectores detectaron deficiencias en las condiciones higiénico-sanitarias de los albergues dispuestos para los cosecheros.
Pero el propio Olmedo, en diálogo con Bichos de Campo, desmintió las acusaciones y aseguró que su campo “es ejemplo entre los aceituneros”. “Yo le diría que en los campos de la Argentina, el orden, el respeto sobre la gente que viene a trabajar… El empleado que es estable tiene su casa propia con televisión, con aire acondicionado, dos habitaciones, hasta tres habitaciones”, afirmó.
El empresario defendió el estado de las instalaciones: “La gente que viene a trabajar, tenemos distintos albergues, todos tienen camas, colchones. Este año incorporamos de 17 centímetros, tipo hoteleros. Tienen cocina con gas, cocina con leña, agua fría, agua caliente, aire acondicionado y calefacción central”.
Olmedo atribuyó la denuncia a una posible motivación política. “Yo no tengo dudas que en esto hay algún tipo de situación, no quiero decir que si es política o no, pero me llama mucho la atención. El campo, si usted quiere venir, tengo todas las puertas abiertas”, invitó.
También apuntó contra la representación sindical: “Lamentablemente los gremios o el gremio muchas veces no está a la altura de la realidad. Le puedo dar una primicia para Bichos de Campo: hoy estoy teniendo problemas con los empleados tanto del campo como los empleados golondrinas que no quieren aportarles más al gremio, porque no sienten que el gremio les traiga ningún beneficio”.
A su entender, las denuncias podrían tener un impacto negativo sobre el empleo rural: “Yo como dueño tengo que tomar decisiones: si sigo tomando muchísimo empleo, o pongo todo en maquinaria y se acabó el problema”.
Finalmente, Olmedo desacreditó incluso las imágenes difundidas por los gremios: “Usted cree que la gente va a dormir en una letrina, si no le estoy contando que tienen hasta aire acondicionado, ¿cómo va a dormir en una letrina? Todos truchos. La primera foto trucha era la de la entrada, si usted viene ahora, el cartel de Olmedo está con otra letra, así que esa foto es de otro año”.
Y cerró con una frase que resume su visión sobre el conflicto: “Porque no agarran la pala y se ponen a trabajar… ¿Y sabe cuándo voy a respetar a un gremialista yo? cuando me demuestre que trabaja”.
No es la primera vez que Alfredo Olmedo enfrenta acusaciones por irregularidades laborales en sus establecimientos. En 2011, una inspección de la AFIP en sus fincas de La Rioja detectó a cerca de 400 trabajadores viviendo en condiciones “infrahumanas”, alojados en carpas de nylon sin acceso adecuado a sanitarios ni refrigeración para alimentos. La situación llevó a la clausura de una de sus propiedades y a su citación judicial por presunta reducción a la servidumbre.
En 2019, trabajadores de sus empresas en La Rioja denunciaron que no se les abonaban aguinaldos ni aportes previsionales, y que laboraban sin la indumentaria adecuada. Algunos relataron haber pasado las fiestas lejos de sus familias esperando el cobro de haberes, mientras otros señalaron que debían trabajar bajo la lluvia sin protección adecuada.