Esta madrugada, después de meses de amagues y amenazas de ataques y represalias, el gobierno de los Estados Unidos, al mando de Donald Trump, atacó a China con una suba masiva suba de los aranceles a la importación a mercadería valuada en unos 34 mil millones de dólares anuales. Ahora se espera que los chinos contraataquen con su propio golpe.
Bienvenido el mundo a la guerra comercial más anunciada de la historia. Tomen asiento, hagan sus apuestas y eviten los sacudones.
La primera trompada de Trump se lanzó a la medianoche del este de Estados Unidos (04.00 GMT del viernes). El golpe consistió en imponer aranceles o tasas aduaneras al comercio de 818 categorías de bienes que usualmente Estados Unidos compra de China, Se trata en especial de componentes industriales y de tecnología, aunque también figuran en la lista bienes de consumo, como bombitas de luz LED y cigarrillos electrónicos.
Como el aumento de los aranceles rondan en promedio el 25%, ese mismo será el porcentaje de encarecimiento que se registre en el valor de la mercadería china que ingresa a Estados Unidos, lo que implica una estrategia de defensa de la producción local, que ahora será más competitiva frente a la importada.
Por ahora el comercio afectado implica transacciones anuales por 34 mil millones de dólares (el equivalente a todas las exportaciones agrícolas argentinas), pero se trata solo de una primera fase de un “castigo total” por 50.000 millones, según anunció la Casa Blanca a mediados de junio. Los aranceles por los 16.000 millones de dólares que faltan deberían entrar a regir en las próximas dos semanas.
Como en una pelea callejera que tarda en arrancar, hasta ahora todo habían sido amenazas entre las dos potencias. Beijing siempre dijo que no quería ingresar en una fase de guerra comercial y que no tiraría la primera trompada, pero este jueves -cuando el golpe de Trump se hizo latente-, China avisó “para defender los intereses del país y su población se ha visto forzado a realizar los contraataques necesarios”, según señaló un comunicado del Ministerio de Comercio.
“Las medidas de EE.UU. están esencialmente atacando las cadenas de suministro y de valor globales. Están abriendo fuego contra todo el mundo, incluido contra ellos mismos”, sentenció el vocero del Ministerio de Comercio chino, Gao Feng.
Ver: Finalmente un día China estornudó y nosotros que no tenemos soja
La respuesta anunciada por China ante el castigo estadounidense englobaría sanciones a 545 productos estadounidenses, entre los que destacan la carne de cerdo, el trigo, productos lácteos, el arroz y la soja. Es decir, aquí si empieza a tallar el conflicto en la salud de algunos negocios que son vitales para la economía argentina. De hecho, las cotizaciones de los granos producidos por el país se han visto influenciadas muy negativamente por este amague de guerra en las últimas semanas.
¿Y si China contraataca qué podría suceder? El propio Trump ha dicho que lanzará otra trompada más, esta vez arancelando productos chinos por otros 200.000 millones de dólares. Y después con otros 300.000. Y así. Hasta que explote todo…