El presidente de EE.UU. Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva para detener “la fijación de precios, las conductas anticompetitivas y la influencia extranjera que aumentan los precios de los alimentos y amenazan la seguridad del suministro de alimentos en EE.UU”.
La medida ordena al Fiscal General y al presidente de la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus siglas en inglés) conformar –cada uno por su parte– un “Grupo de Trabajo para la Seguridad de la Cadena de Suministro de Alimentos” orientado a investigar probables prácticas anticompetitivas en el sector alimentario.
“Ambos grupos de trabajo están facultados para emprender acciones legales y proponer nuevas normas para detener las prácticas anticompetitivas y restablecer la competencia. Se ordena al Fiscal General que inicie procedimientos penales, incluyendo investigaciones ante un gran jurado, si se descubren pruebas de colusión criminal”, señala un comunicado de la Casa Blanca.
El texto asegura que en los últimos años, importantes actores de la cadena de suministro de alimentos de EE.UU. han pagado decenas de millones para resolver demandas por fijación de precios.
“Sectores como el procesamiento de carne, las semillas, los fertilizantes y la maquinaria agrícola pueden ser vulnerables a la manipulación anticompetitiva, lo que resulta en precios más altos para productores y consumidores”, sostiene.
“Las empresas controladas por extranjeros participan cada vez más en segmentos clave, lo que podría generar riesgos para la seguridad nacional y aumentar el costo de los alimentos para las familias estadounidenses; problemas que los grupos de trabajo están específicamente encargados de investigar. Sin una aplicación estricta de la ley, la fijación de precios y las conductas anticompetitivas seguirán inflando las facturas de los supermercados y debilitando la independencia alimentaria de EE.UU”, afirma.
Entre las empresas semilleras extranjeras que operan en EE.UU. se incluyen Bayer (Alemania), BASF (Alemania) Syngenta (China), Limagrain (Francia) y RAGT (Francia), mientras que en el caso de fertilizantes se puede mencionar a Nutrien (Canadá), Yara (Noruega), EuroChem Group (Suiza) y Groupe Roullier (Francia).
En los que respecta a las empresas cárnicas extranjeras que tienen inversiones en EE.UU., las principales son JBS (Brasil), Marfrig (Brasil) y WH Group (China) a través de su filial Smithfield Foods.
“El presidente Trump entiende que un suministro de alimentos asequible y seguro es vital para la seguridad nacional y económica de Estados Unidos, pero que las conductas anticompetitivas amenazan su estabilidad y asequibilidad”, señala el comunicado.






