Cuando hace un par de semanas la Fundación Fada propuso cambiar parte de las retenciones por un bono, muchos dirigentes rurales le saltaron al cuello con el argumento de que los Derechos de Exportación (DEX) es un impuesto distorsivo que debía ser eliminado. ¿Qué dirán esos mismos dirigentes ahora, que nada menos que la Fundación Mediterránea ha lanzado una nueva y osada propuesta para disminuir ese tributo aduanero?
En concreto, la organización cordobesa que alguna vez promovió a Domingo Cavallo propuso en un documento reducir la carga de retenciones sobre los granos y otros productos del agro reemplazando la recaudación perdida por otros impuestos sobre la tierra. Básicamente se plantea que sería posible hacerlos “eliminando la exención que tiene los inmuebles rurales en el Impuesto a los Bienes Personales”, además de propiciando “un mecanismo para mejorar la actualización de las valuaciones” de los campos.
No es la primera vez que se pone en escena la posibilidad de eliminar la exención que, al ser considerados como “bienes productivos”, tienen los campos agropecuarios respecto del impuesto a la Riqueza. En 2018, con el macrismo en el poder, se esbozó esa posibilidad. Y luego fue Sergio Massa, al proponer su proyecto de presupuesto 2024 (finalmente no se aprobó) quien proponía eliminar esa y otros beneficios fiscales. En ese caso, entonces se calculó que “la exención de inmuebles rurales en el Impuesto sobre los Bienes Personales que representa un 0,48% del PBI”.
En este contexto, y a poco de una visita allí del presidente Javier Milei, el IERAL (instituto de estudios económicos de la Fundación Mediterránea), divulgó este miércoles un estudio donde propone analizar seriamente esa alternativa como opción para avanzar en una reducción de las retenciones que pesan sobre los productores. El razonamiento de los economistas cordobeses para avanzar con esa propuesta parece razonable: “Para impulsar un proceso de desarrollo, además de preservar la solvencia fiscal, es imprescindible crear un ambiente favorable para la producción. Una de las reformas más importante es la tributaria y, dentro de ella, la eliminación de los derechos de exportación”, argumentaron desde ese think thank, que presentó su propia “propuesta que compatibiliza la eliminación de las retenciones con el equilibrio fiscal”.
Este es el documento completo:
4826-PAL - Eliminación Retenciones
¿Y qué proponen los Salieri de Cavallo? Para empezar reconocen que no se pueden eliminar de un saque las retenciones -como había prometido Milei en campaña electoral- porque por un lado “el contexto macroeconómico exige mucha prudencia en los cambios tributarios ya que la prioridad es preservar el equilibrio fiscal”, y por el otro, “los DEX no son los únicos tributos altamente distorsivos que es necesario eliminar”.
“En consecuencia, resulta recomendable que el proyecto de eliminación de retenciones contemple un sendero de bajas de alícuotas distribuidas en el tiempo, permitiendo compensar las pérdidas de ingresos con la recaudación de otros impuestos o reducciones adicionales en el gasto. De esta manera, la propuesta gana en viabilidad, no entrando en conflicto con el equilibrio fiscal ni con la presión por la reducción de otros impuestos distorsivos”, explicaron.
Por eso, la Fundación cordobesa plantea en principio “definir un cronograma de reducciones de alícuotas igual para todos los productos. Por ejemplo, un tercio de la alícuota actualmente vigente en cada etapa, hasta su total eliminación”.
“Esto da tiempo a la recuperación de la recaudación de otros impuestos y a la reconversión productiva que inducirá la eliminación de las distorsiones en los precios relativos que generan actualmente las retenciones. La principal ventaja es su transparencia, eliminado oportunidades para la discrecionalidad”, argumentaron.
En este escenario hipotético, las retenciones a la soja (que actualmente son de 33%) deberían bajar a 22%, mientras que en los cereales la alícuota debería bajar de 12% a 8%. La Mediterránea no propicia ni el cambio por un bono (como decía el proyecto FADA) ni una rebaja del impuesto por provincias (como propuso el senador Francisco Paoltroni solo para Formosa, su provincia). “No es recomendable hacer distinciones entre operaciones según tamaño de empresas, regiones u otras variables, a los efectos de no complejizar el proceso de reforma”, explicó el documento.
Como en la época de la convertibilidad, cuando se eliminaron las retenciones pero el poroto de soja siguió tributando un diferencial de 3,5%, la Fundación Mediterránea dejó abierta una puerta considerando que “otra cuestión a evaluar es si el cronograma converge a cero para todos los productos o si se mantienen alícuotas reducidas para determinados productos primarios, a los fines de incentivar su industrialización”.
Pero el punto central de la cuestión es ver cómo el Estado no pierde ingresos fiscales por la baja de un tercio (o más) de las retenciones actuales.
En ese sentido, la nueva propuesta machaca con un argumento conocido: “una porción de la recaudación perdida se recupera de forma automática (sin cambios en otros impuestos) vía Impuesto a las Ganancias y otros tributos vinculados a la actividad económica (IVA, Impuesto a los Débitos y Créditos, Impuesto a los Ingresos Brutos)”. El crecimiento de la producción por impacto de la baja de retenciones, sería otra vía para incremenetar rápidamente la recaudación en otros tributos.
Pero la novedad incorporada en esta análisis es que se propuso que: “El remanente de pérdida de recaudación puede ser compensado eliminando la exención que tiene los inmuebles rurales en el Impuesto a los Bienes Personales, junto con activar un mecanismo para mejorar la actualización de las valuaciones”.
Esto, a juicio de los cordobeses, permitiría compensar también parte de las retenciones perdidas (unos 3.000 millones de dólares, si todo bajara una tercera parte), por una mayor recaudación del Impuesto a los Bienes Personales, ya que los campos deberían comenzar a contabilizarse en las declaraciones juradas de los contribuyentes. Actualmente están exentos, salvo en aquellos predios rurales que pertenecen a sociedades anónimas.
Dice la Fundación Mediterránea: “En base a estimaciones propias, si se gravasen los Inmuebles Rurales de las principales provincias agropecuarias al 80% de su valor de mercado, con las condiciones estructurales del Impuestos sobre Bienes Personales para 2025, se podrían generar ingresos equivalentes entre 25% y 30% de la recaudación de retenciones que aportan esas provincias”.
Clin caja.
Los campos productivos no pagarán Bienes Personales, salvo que pertenezcan a sociedades anónimas
Si se aplicara esta propuesta, el escenario es que “la rentabilidad neta de las empresas actualmente alcanzadas de hecho por los DEX debe aumentar, pero ahora con un mix impositivo menos distorsivo. Tanto Ganancias como Bienes Personales son impuestos de liquidación anual pero que contemplan anticipos. Por ende, es recomendable calibrar estos anticipos a los fines de tener en cuenta la mayor recaudación esperada asociada a la baja de retenciones y la eliminación de la exención de los inmuebles rurales. Esto permitirá reducir los impactos sobre las cuentas
públicas”.
Además las provincias se verían beneficiadas porque “la mayor parte del incremento de la recaudación se produce en impuestos coparticipables, mientras que la pérdida derivada de la eliminación de las retenciones impacta exclusivamente sobre la Nación. Esto justifica que el proyecto de ley contemple una asignación específica de manera de preservar la compensación”, se aclaró.
En el documento, se consideró entonces que “es necesario establecer los mecanismos de coordinación entre la Nación y las provincias y, lo más importante, que esto no sea aprovechado por las provincias para aumentar la presión tributaria a través del impuesto inmobiliario rural. Esto exige el compromiso de bajar alícuotas para compensar el revalúo”.
A quien se le ocurre?? Es un atropello a la razon.
Que van a hacer los herederos? miren si tal vez exista la posibilidad de que salgan a trabajar y no se puedan dar una vida de lujos con los campos alquilados….