Dos grupos de trabajadores de la empresa Ledesma estuvieron a punto de enfrentarse a golpes el martes, cuando un sector disidente del sindicato se enteró de que el oficialismo estaba realizando una asamblea a escondidas, con ánimo de expulsar a los delegados más combativos. La situación fue impedida por la policía, que contuvo al nutrido grupo que pretendía no ser excluido de la reunión.
El conflicto muestra el estado de tensión que se vive en la zona jujeña donde está enclavado el mayor ingenio del país, que en lo que va del año despidió a unas 300 personas.
Este pico de tensión se produjo ayer a las cinco de la tarde, cuando unos 250 a 300 trabajadores y delegados se reunieron en la puerta del tinglado del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), donde otro sector de obreros estaba por realizar una asamblea que, según una de las versiones, no había sido debidamente notificada. Allí se planeaba tratar la expulsión de algunos delegados de la Comisión Directiva sindical.
Según algunos trabajadores consultados por Bichos de Campo, cuando se enteraron de que estaban iniciando esta asamblea secreta comenzaron a convocarse e intentar ingresar al predio del tinglado. “Éramos como 300 trabajadores que estábamos ahí en la puerta para poder entrar. Los 50 trabajadores que habían entrado temprano cerraron las puertas y había un cordón policial custodiando”, describió una fuente la situación.
“Estaban esperando que se cumpla una hora para poder iniciar la Asamblea, como indica nuestro estatuto que hay que hacer cuando no se alcanza el quorum necesario en el primer llamado. Somos más de 3000 afiliados y adentro sólo había un puñado de no más de 50”, describió.
Hubo exasperación de quienes estaban afuera sin poder ingresar cuando, sin que se cumpliera esa hora, el otro grupo intentó iniciar la asamblea. En ese momento, los trabajadores autoconvocados rompieron un portón, intentando ingresar al predio, algo que fue impedido por la policía de la provincia. La trifulca dejó algunos heridos con cortes y golpes.
La indignación fue todavía mayor cuando los trabajadores que estaban dentro, más alineados en general con las posiciones empresarias, se ubicaron en una sala más pequeña e igualmente llevaron adelante la Asamblea, logrando “expulsar” a los delegados que vienen mostrando su disidencia con la conducción actual del sindicato.
En Jujuy, el Ingenio Ledesma lleva despedidos a más de 300 trabajadores en 2025, generando una intensa tensión social en la zona donde está enclavado. En este contexto hay protestas y acampes, denuncias de represión, y hasta la actuación sindicalistas que, en vez de defender a sus compañeros, obstaculizan una resolución pacífica del conflicto.
Lo curiosos es que la empresa viene de tener un año aceptable. En la zafra 24/25 aumentó la producción de caña respecto del ejercicio anterior un 10,8%, a 3.470.656 toneladas. Hubo una caída de las ventas al mercado interno por efecto de la recesión, de 17%, pero esa caída se vio compensada con una triplicación de las ventas al exterior. Las exportaciones de Ledesma alcanzaron las 228.900 toneladas de azúcar.
“Esta Comisión, de la lista Naranja, fue elegida por su discurso combativo y se tenía la esperanza de que no fuera una comisión de la patronal, sino una representativa de los trabajadores como la de Cuchi Vargas. Pero esta comisión no nos cuidó en lo más mínimo, y apenas asumió terminó firmando la peor paritaria de los trabajadores azucareros de todo el país”, explicó el contexto Pablo Lazarte, delegado de la fábrica de alcohol de la empresa Ledesma.
Lazarte hizo referencia a que la comisión sindical actual de Ledesma cerró unas paritarias 2025/26 que ubica a los trabajadores de esta empresa como los peor remunerados de toda la actividad.
“El mandato de la Asamblea a la comisión era seguir negociando para poder llegar los números de Tucumán o los números de la Esperanza y Tabacal. Peor nuestra comisión terminó firmando el sueldo más bajo. Ahí empieza el conflicto con nuestros actuales representantes, comenzamos a verlos de otra manera, como una comisión directiva de la patronal”, añadió el delegado.
“Frente a esta situación muchos delegados no acompañamos las paritarias convenidas por la actual comisión y no firmamos las actas”, completó Lazarte. “Son muchos los puntos que hacen que nuestra paritaria sea la peor del Norte, partimos de un básico más bajo que el resto, las actualizaciones siempre suceden muchos meses después y, en nuestras liquidaciones no se incorpora el 8% de presentismo que está presente, como base, en los acuerdos salariales de los demás”, amplió.
Lazarte explica: “Tener un básico tan bajo nos juega en contra por el tema de lo que son las horas extras, lo que es antigüedad, lo que es hora por altura, lo que tiene las polifunciones, es decir todos los ‘plus’ que uno tiene que se calcula sobre el básico y no sobre la tira final, es por eso por lo que nosotros siempre estamos perdiendo comparándonos con sueldo de Tucumán”.
A esta situación desfavorable para los trabajadores de Ledesma, hay que sumar la serie de despidos, que alcanzaron a más de 300 familias del sector durante todo el 2025. Frente a la denunciada inacción de la actual comisión, “muchos delegados autoconvocados y un nutrido grupo de trabajadores estamos pidiendo la reincorporación”, completó Pablo.
“En vez de apoyar los acampes o prenderse a ese reclamo, la comisión está atacando a los delegados autoconvocados que sí apoyamos las medidas de lucha. Un claro ejemplo de esta persecución fue la postergación de las elecciones de delegados que siempre sucede en noviembre de cada año. Ellos la postergaron al 5 de enero de 2026, cuando no están muchos trabajadores porque la zafra ya finalizó”, denunció.
En esa elección se eligen a 48 delegados de distintos sectores de la empresa y, “la gota que rebalsa el vaso es que se quiere expulsar a todos los delegados autoconvocados que están haciendo la lucha fuera del ingenio, que consiguieron que se paren los despidos. Sucede que se llama a una asamblea a espaldas de todos los trabajadores porque nadie sabía que se estaba haciendo, ni nuestra propia radio tenía conocimiento. Sólo su gente sabía de la asamblea”, lamentó el delegado disidente.
