El 17 de diciembre de 2018, el gobierno de María Eugenia Vidal publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires la Resolución 246/2018, del ex Ministerio de Agroindustria, que disponía que a partir del 1 de enero de 2019 los lotes contiguos a zonas pobladas, escuelas rurales o cursos de agua, serían considerados zonas de amortiguamiento para la aplicación de agroquímicos. Promovida por el ex ministro Leonardo Sarquís, se trataba de una medida amigable para el sector productivo, pues se basaba en el concepto de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Pero luego, ante el debate público fagocitado por la esposa de Marcelo Tinelli, Guillermina Valdes, la propia Vidal decidió postergar un año su entrada en vigencia.
El 17 de febrero de 2020, el nuevo gobierno de Axel Kicillof se encontró con el mismo problema: la principal provincia agrícola del país y también la más poblada no tenía reglas claras para la aplicación de fitosanitarios en los periurbanos. Y por eso el territorio bonaerense era un berenjenal de ordenanzas municipales legislando sobre una materia tan compleja. Por eso, promovida por el nuevo ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, se publicó la Resolución 8/2020, que suspendió por otro año la vigencia de esa disposición provincial.
Ahora, desde la cartera del propio Rodríguez, se informó que se acaba de prorrogar por otros tres meses la suspensión de la Resolución 246/19. Aquello de la zona de amortiguamento sigue siendo letra muerta.
Es decir que las nuevas reglas deberían conocerse recién a mediados de mayo.
“La decisión se debe a la necesidad de posibilitar la culminación de los procesos de trabajo en curso a cargo del Observatorio Técnico de Agroquímicos (OTA), creado el 13 de febrero de 2020, con el objetivo de reunir, desarrollar y aportar información científico técnica sobre el uso, la aplicación de agroquímicos y sus efectos que permita implementar políticas públicas específicas”, explicó el organismo sobre esta nueva prórroga.
En rigor, al encontrarse con el problema, Rodríguez dispuso la creación del este Observatorio, en el que incluyó a científicos y técnicos de todo el sistema público científico, pero excluyó -en esta primera etapa- a representantes de los fabricantes, distribuidores y usuarios de agroquímicos.
La primera reunión del OTA se realizó antes de que se desencadena la pandemia, el 9 de marzo de 2020. Había miembros de las Universidades Nacionales, Provinciales y centros de investigación científica de la Provincia, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC). La idea, según explicó el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, era “abordar esta temática con la mayor responsabilidad, apoyado en evidencia técnica y científica que le permita fundamentar las decisiones que se tomen en torno a la misma”.
“Cabe destacar que es la primera vez que el Estado, en este caso encabezado por el Ministerio de Desarrollo Agrario, y acompañado por OPDS, el Ministerio de Salud y la Autoridad del Agua, destina recursos para sistematizar todas las evidencias existentes en relación a los impactos que tienen los agroquímicos sobre el ambiente y para la formulación de estrategias que permitan minimizarlos”, se apuntó.
De todos modos, al menos por ahora, no trasunta este trabajo un tono antiproductivo, como suele suceder en muchos otros casos. “La intención de la cartera agraria es lograr compatibilizar el desarrollo productivo bonaerense con la protección de la salud de la población y el ambiente”, se explicó. Veremos qué sucede cuando salgan las regulaciones concretas.
Por lo pronto, se informó que hasta el momento el Observatorio cuenta con 544 documentos científicos-técnicos aportados por las distintas instituciones, utilizados para la elaboración de los documentos síntesis.
El 10 de noviembre pasado se dio inicio al ciclo de encuentros con los autores de los documentos y representantes de las universidades y centros de investigación, conformando así un espacio de intercambio entre los distintos actores.
La semana que viene, el 23 de febrero, se llevará a cabo una nueva mesa de trabajo, en la que se abordarán las investigaciones aportadas sobre las categorías “Agroquímicos y Salud Humana”, “Impacto Ambiental del Uso de Agroquímicos” y “Aspectos Sociales del Uso y Aplicación de Agroquímicos”.
“Una vez finalizada la etapa de trabajo con las instituciones académicas y de investigación, se procederá a la publicación de las conclusiones del Observatorio para ser sometidas al aporte del resto de los actores involucrados de la sociedad en su conjunto, en una instancia de intercambio público participativo”, explicó el Ministerio de Desarrollo Agrario.
Recién en ese momento se escucharán las voces de los productores.