La agencia de noticias estatal Télam informó estar tarde de sábado que el Gobierno analiza medidas en el corto plazo para contener el impacto en el mercado local de la suba del precio internacional del trigo, que afecta los costos del sector panadero con un incremento de alrededor de 30% en la bolsa de harina de trigo 000. Para eso, ya estudia una posible ampliación del fideicomiso cerealero reglamentado hace una semana, que ni siquiera se puso en funcionamiento.
Ese mecanismo, que implica quitar dinero de la exportación para subsidiar el mercado interno, se limitaba hasta ahora a “compensar” unas 800 mil toneladas de trigo necesarias para elaborar la harina que se vende fraccionada en paquetes de 1 kilo y los paquetes de medio kilo de fideos vendidos bajo el paraguas del programa Precios Cuidados. Pero como advirtió Bichos de Campo ni bien pudo acceder a la resolución reglamentaria emitida por los ministerios de Agricultura y de Desarrollo Productivo, la letra chica dejaba abierta la puerta para ampliar la cantidad de trigo a subsidiar y los productos que recibirían el beneficio.
Según el cable de la agencia oficial, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, habría dicho que en el gobierno analizan “reforzar” el fideicomiso de trigo. Y ahora, en declaraciones radiales, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, abonó a esa idea recordando que a mediados de febrero “acordamos con los panaderos y molineros el precio del pan francés en un rango de 220 a 260 pesos el kilo con una bolsa de harina a 1.300 pesos”, pero “ese acuerdo se está resquebrajando” por el alza continua de los precios internacionales del trigo y la bolsa mayorista de la harina.
“Hoy el fideicomiso para asegurar el precio de la harina y fideos con 800.000 toneladas de trigo es insuficiente con esta suba de precios”, remarcó el secretario. En el estudio inicial del fideicomiso elaborado por técnicos del Ministerio de Agricultura, el subsidio al trigo abarcaba también a las bolsas mayoristas de 25 kilos de harina, que son las que se utilizan para hacer el pan. Pero luego, en la negociación con la cadena agrícola, el gobierno desistió de esa posibilidad, para limitar las compensaciones a la harina de 1 kilo y los fideos.
Hay un abismo entre una y otra fórmula: en el caso actual se requiere subsidiar solamente el costo de unas 800 mil toneladas de trigo (menos del 5% de la cosecha), en tanto que si se incorpora la bolsa de harina mayorista se calcula que ese fideicomiso se estiraría hasta casi 4 millones de toneladas. En total la Argentina produjo en la campaña 2021/22 un volumen récord de 22 millones de toneladas, de las que se reservó 7,5 millones para abastecer su mercado interno.
El gobierno agitó esta posibilidad de ampliar el fideicomiso horas después de que insistentes rumores hablaran de una suba de las retenciones del trigo y el maíz, que atemorizó a los productores y provocó el rechazo de la Mesa de Enlace en un comunicado. Los ruralistas se oponen a ambas fórmulas -el fideicomiso o la suba de las retenciones- con el argumento de que el trigo incide apenas un 10 o 15% en el costo final del pan al consumidor. Consideran que sería mucho más conveniente subsidiar a los consumidores que lo necesiten, y promueven incluso una reducción de los impuestos finales que se tributan con ese alimento.
Es que de uno u otro modo, es el productor primario el que termina pagando el costo del subsidio. Con las retenciones el camino está claro, porque actualmente se le descuenta el 12% del valor internacional. Pero con el fideicomiso el camino es más indirecto, pues ese fondo para subsidiar a molinos y fábricas de fideos saldría de aportes de los exportadores de cereales, que finalmente son también descontados del precio al productor.
Hasta ahora, limitado a la harina de 1 kilo y los fideos secos, el costos del fideicomiso se calcula entre 25 y 40 millones de dólares anuales. Pero si se acoplara al sistema la harina mayorista que se vende a las panaderías, habría que multiplicar esa cifra por cinco.
En este contexto, el gobierno amenaza por diferentes vías. Hasta la vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, aseguró que se están estudiando “todas las soluciones posibles” para evitar un impacto inflacionario de la suba del precio internacional del trigo. Dijo que las diferentes áreas de gobierno “presentarán al presidente Alberto Fernández la mejor opción”, señaló.
Télam recuerda que en la última semana hubo en Comercio Interior reuniones con molineros y panaderos, y también con dirigentes de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), quienes coincidieron en la necesidad de desacoplar los precios de los alimentos en el mercado interno de los valores internacionales, como pretende Feletti.
En la otra vereda, o simulando estar ubicado allí, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, ha repetido hasta el cansancio que no se van a subir las retenciones al cereal y en voz baja los funcionarios de su cartera muestran su desacuerdo con elevar el alcance del fideicomiso justo a dos meses de que se inicie la siembra del cereal.
Para meter presión, este lunes habrá una reunión de la que participarán las filiales de todo el país en la sede central de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) para analizar los pasos a seguir frente a la suba de precios.
Raúl Santoandré, presidente de la Federación de la Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, dijo a Télam que participarán de ese encuentro y que se mantienen “en cuarto intermedio hasta el miércoles” de la semana próxima, a la espera de que haya novedades oficiales de una medida para el sector. Detalló que la bolsa de harina de trigo 000 de “25 kilos está de 2.000 a 2.500 pesos” y que “el trigo aumentó 21% y la harina 29%, hay casi un 8% de especulación que nos cobraron más sobre lo que sería el aumento del trigo”, cuestionó.
“Siempre se le pega al panadero pero el panadero es un rehén de la molinería”, agregó.
Organizaciones que nuclean a la industria panadera bonaerense ya anunciaron una movilización para el martes próximo a las 14 frente al Ministerio de Producción, “en repudio a los constantes y desmedidos aumentos de precios de las materias primas e insumos que sufre el sector”.
“El objetivo es visibilizar la problemática y pedirle al ministro Matías Kulfas que nos reciba, para buscar una solución definitiva a esta crisis, que ya hizo bajar las persianas a un centenar de panaderías”, señaló Gastón Mora, titular del Centro de Panaderos de Avellaneda “27 de abril”.
Por su parte Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de Merlo, expresó: “decidimos sugerir a las autoridades que garanticen un precio de referencia del kilo de pan, que va desde los 200 a los 280 pesos”.
“De no haber respuestas en este sentido, vamos a iniciar un plan de lucha que comenzará con la movilización del martes 15”, concluyó el dirigente.
La aceleración del precio internacional del trigo, que llegó a superar los 400 dólares desde el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania -países que representan casi el 29% de las exportaciones mundiales del cereal-, generó también tensiones en el precio de la bolsa de harina de trigo 000 que venden los molinos a las panaderías.