En noviembre de 2017, las empresas Syngenta y COFCO International anunciaron un acuerdo para que la empresa Nidera Semillas, que había quedado en poder de la estatal china dedicada al comercio de granos, pase a manos de la multinacional de agroinsumos, que poco tiempo antes también había sido absorbida por otra corporación china, ChemChina. Esto sucedió hace más de tres años, pero recién ahora la Secretaría de Comercio se decidió a objetar esa fusión, al menos en lo que hace al capítulo argentino.
“La Secretaría de Comercio Interior y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) objetaron la fusión de las empresas líderes en la comercialización de semillas de girasol, Syngenta y Nidera, y convocaron a ambas firmas a disponer de medidas que mitiguen los efectos de concentración económica que esa fusión generaría en el mercado de las semillas”, indicó el organismo en un comunicado.
El origen de esta investigación data de julio de 2018:
OPI 307Estos organismos recordaron que tras la adquisición internacional de la empresa de semillas que pertenecía a COFCO -que había comprado Nidera, pero solo tenía interés por la parte del negocio vinculada al comercio de granos- “en el mercado local Syngenta pasó a controlar Nidera Seeds Argentina SAU”, que era muy fuerte en los negocios de trigo, soja y girasol. Al parecer, al gobierno le preocupa la posición dominante en este último cultivo.
Ahora, según un análisis realizado por Defensa de la Competencia, de aprobarse aquella operación las fusionadas Syngenta y Nidera llegarían a tener alrededor del 60% del mercado y “esta concentración eliminaría un competidor relevante en el mercado de semillas de girasol y aumentaría el poder de las empresas fusionadas”.
Por este motivo, la decisión oficial ha sido por ahora convocar a las partes a “una audiencia pública destinada a analizar las posibles medidas que mitiguen el efecto negativo de la operación de concentración sobre la competencia”. De allí podría surgir una orden de desinversión, posiblemente en el sector de semillas de girasol.
El razonamiento es que al absorber Nidera, la multinacional Syngenta no compró un nuevo negocio, sino que incorporó a una competidora en un negocio que ya tenía. “Ambas compañías están presentes en la actividad de investigación y desarrollo de variedades e híbridos de soja, trigo, maíz y girasol, así como la producción de las semillas y su posterior comercialización”, explicó un comunicado de Comercio Interior.
Según este parte, Syngenta “ya lideraba el mercado argentino en la pre y post comercialización de semillas y detenta el 40% y 45% de las operaciones, respectivamente. En tanto, Nidera era la segunda operadora del mercado, con 15% y 20%, para el primer y segundo tramo. Alcanzan de manera conjunta el 60% de las operaciones de pre comercialización y 65% de post comercialización en nuestro país”.
La principal objeción parece estar en el mercado de semillas de girasol, ya que de las semillas de ese cultivo que se producen en Argentina -argumentan los organismos- “el 5% (unas 170.000 toneladas) tiene como destino la exportación; otro 5% se destina a semillas, balanceados y otros; y el 90% (unas 3 millones de toneladas) se utiliza en el crushing de girasol para la elaboración de aceites y harinas”.
“Estamos evaluando los alcances de la objeción de la CNDC y abiertos a cooperar para buscar alternativas que le permitan al productor seguir accediendo a la mejor tecnología en el cultivo de girasol”, declararon desde la empresas ante la pregunta de Bichos de Campo.
Curiosamente, en abril pasado, a través de una resolución, la CNDC había aprobado sin objeciones la operación de fusión previa a esta que ahora se cuestiona, por la cual Syngenta había pasado a manos de la estatal ChemChina.