Las exportaciones de carne vacuna sumaron 75.000 toneladas res con hueso en noviembre, a lo que se agregaron embarques por 17.000 toneladas de huesos con carne y menudencias.
Las ventas al extranjero de cortes cárnicos en estos 11 meses llegaron a las 860.000 toneladas por lo que ya se superó al record establecido en 2023.
Para diciembre se espera que las exportaciones ronden las 75.000 a 80.000 toneladas, lo que significaría un aumento del 12% interanual y un crecimiento de su participación en el negocio, ya que se quedarían con el 26% de la producción.
Mientras tanto el mercado interno absorbe el resto, lo que reduce el consumo promedio por habitante a 48 kilos. La caída del consumo es del mismo nivel porcentual en que se incrementan las ventas a los mercados internacionales, en torno al 12%.
Este año hubo buenas y malas para los frigoríficos exportadores. En el inicio de la gestión de Javier Milei, la devaluación generó una mejora de la competitividad que también se vio apalancada por la quita de trabas burocráticas y comerciales que había implementado el gobierno anterior.
Además, a mitad de año se eliminaron los derechos de exportación a la carne de vaca, que es la que más se vende al extranjero y especialmente al mercado chino, a donde se despacha el 75% del volumen total.
Otra buena noticia fue el inicio de las negociaciones encaradas por funcionarios nacionales para la apertura de nuevos mercados. En tal sentido vale destacar el inicio de los despachos de carne a México.
Según informó el Consorcio de Exportadores ABC: “En los primeros once meses del año 2023, se despacharon con destino a México 8,5 mil toneladas por un valor de 43,5 millones de dólares”, lo que significa un valor promedio de 5.100 dólares la tonelada.
Todas estas medidas mejoraron el funcionamiento de las empresas y de sus negocios, que sin embargo comenzaron a complicarse en la segunda parte del año.
Por otra parte, desde mediados de año en adelante, el incremento de las tarifas energéticas, de combustibles y los salariales en una economía en la que se la inflación marcha a un ritmo más acelerado que el dólar, generó en encarecimiento de los costos empresarios.
Además, tras años de intervención negativa en el negocio ganadero, la producción de novillos es cada vez menor lo que impulsa el precio de esta categoría a los 4.200 a 4.300 por kilo en gancho y, si a eso se suman las retenciones de 6,75%, producir un kilo le cuesta a las empresas 4,50 dólares, cuando en Uruguay cuesta 4 dólares y en Brasil y Brasil 3,40.
El negocio exportador, de no mediar mejoras en los precios internacionales y medidas que le devuelvan, se verá mucho más complicado en los próximos meses ya que habrá que competir con un Brasil que está devaluando su moneda, así como con sus frigoríficos, aceptando precios más bajos de parte de China, ya que la nueva situación cambiaria se lo permite.