Este jueves hubo otro reunión secreta entre Sergio Massa, el cada vez menos poderoso ministro y tres de los cuatro dirigentes de la Mesa de Enlace. Tan secreta fue la reunión que otra vez se filtró y finalmente los voceros de las entidades confirmaron su realización. Lamentablemente se está haciendo costumbre esto del secretismo.
Según algunos testimonios que pidieron permanecer anónimos, se habló allí sobre el bendito “dólar soja” recargado que Economía busca establecer para apurar las ventas de ese grano por parte de los productores. Es que el operativo 70/30 planteado por el Banco Central para agosto fracasó: solo se pautaron 369 operaciones por 3.360 millones de pesos, que son una porción insignificante de los casi 7.000 millones de dólares en soja que permanece almacenada en el campo. Y que los productores no venden porque es su capital de trabajo.
Hoy la soja se vende con el descuento del 33% de retenciones, pero además los productores cobran ese valor en pesos al tipo de cambio Banco Nación mayorista de cada fecha, hoy en torno a unos 138 pesos por dólar. Esto da un valor cercano a los 53 mil pesos por tonelada. El mecanismo de agosto, que no se renovó, elevaba solamente un 12/15% ese valor final. Resultó tentador para muy pocos productores.
Massa, en contacto previo con algunos dirigentes rurales y también en esta reunión secreta con los dirigentes de Federación Agraria, Coninagro y CRA (el titular de Sociedad Rural se excusó porque debía participar de un rémate en Brandsen), adelantó que su intensión era crear un tipo de cambio especial para apuntalar las transacciones con soja durante septiembre. Sería, según los trascendidos, con un tipo de cambio cercano a los 200 pesos por dólar, lo que llevaría la tonelada de soja a tentadores 70.000 pesos por tonelada.
Massa necesita que los productores de soja vendan su remanente de la cosecha para que los exportadores que la compren puedan anotar nuevas exportaciones y así se generan las divisas necesarias para hacer estas transaciones, generando una oferta de dólares más fluida en las próximas semanas. De todos modos, el ministro viene dando idas y vueltas con la medida desde hace varios días. Los exportadores nucleados en Ciara-CEC, el martes, llegaron a anunciar que el mecanismo estaba casi listo pero horas después se retractaron.
Lo que el ministro de Economía buscaría al consultar tanto a la Mesa de Enlace, con la que ya había estado reunida también en secreto en el partido de escobar durante la primera mitad de agosto, es verificar el grado de apoyo que existe en el sector a esta iniciativa. Los ruralistas, según las fuentes, no dejaron de plantearle observaciones técnicas sobre esta posibilidad de crear un tipo de cambio especial y temporal para las ventas de soja. Por caso, qué precio de la soja debía tomarse para los contratos de arrendamiento de campos o para operar en los mercados de futuros.
Por otro lado, la Mesa de Enlace no quiere quedar demasiado pegada a esta medida debido a que sabe que si se implementa le lloverán pedidos semejantes de decenas de economías agropecuarias exportadoras que, aunque mucho más pequeñas que la soja, también sufren los avatares económicos, tributan retenciones u otros impuestos, y sobre todo padecen de la falta de competitividad por el atraso cambiario.
Por eso en la reunión con Massa, algunos de los dirigentes reiteraron que hay que hacer correcciones para generar una paridad cambiaria competitiva para la economía en su conjunto, y en particular para las economías regionales.