Es un clásico de cada fin de mes esperar la difusión del informe sobre la realidad sectorial que prepara la consultora de Teo Zorraquín y Alejandro Meneses. El panorama del negocio agropecuario correspondiente a octubre de 2023 no tiene desperdicio, pues reconoce que el sector recibió un verdadero “Massazo” en las elecciones presidenciales sucedidas hace unos días que lo descolocó, pues se confiaba en un giro de las políticas públicas a partir del 10 de diciembre.
“Si buscamos el significado de ‘mazazo’ nos indica: Acontecimiento, noticia o situación que causa un fuerte impacto emocional o conlleva consecuencias graves. Esta definición creemos que refleja bastante bien la sensación que nos dejó la última elección”. Así inicie el informe sobre el contexto agropecuario, que incluye una pregunta que se repiten muchos productores: “¿Cómo es posible que en la Argentina de la inflación, pobreza, corrupción e inseguridad el peronismo, representado por Massa, haya logrado el 37% de los votos?”
Luego de ensayar varias respuestas a ese dilema, que hablan de aciertos y tácticas del oficialismo pero también de groseros errores de la oposición, la consultora Zorraquín/Meneses concluye que el balotaje del 19 de noviembre ofrece por ahora un “final abierto”. Pero también afirma: “Quizá ya deberíamos ir abandonando ‘la ilusión de volver a ser’, asumir el país que tenemos y somos, y desde este punto de partida, trabajar para dejar de caer primero y posteriormente mejorar”.
En ese sentido, los analistas agrícolas dicen que “en una economía que viene tan deteriorada, ya no queda margen para un gradualismo populista a partir del 10 de diciembre. Sin importar quien gane. Si te toca ser ministro de economía, el menú sobre el cual vas a tener que trabajar es bien largo y complejo”.
“O se hace un plan integral, sin parches, bien comunicado y generando confianza, o bien veremos desfilar varios ministros y la realidad se seguirá deteriorando. No hay plan B a la vista”, definen.
A modo del estado de cosas, el informe coloca lo que sucede actualmente con el mercado de combustibles, donde los productores reciben como respuesta “No hay nafta”, “No tengo gasoil”, “Te cargo, pero hasta tantos litros”, en las estaciones de servicio o al pedir un camión de combustible agrícola para llevar al campo.
Como se trata de un insumo clave, Zorraquín y Meneses consideran que el precio ha quedado ya en un segundo plano: “Eso hace que se escuchen precios de 400 pesos a más de 600 pesos/litro; pago contado y hay que llevarse la mercadería porque si no, no hay operaciones”.
En este escenario, los expertos dicen que las empresas del sector “están sumidas en un cortoplacismo extremo”, pues viven acosadas por distintas preocupaciones y urgencias.
“La primera es la falta de precipitaciones en distintas zonas del país, donde ya se comprometen los rendimientos de la cosecha fina y se siembra con lo justo de humedad la gruesa. Las lluvias de las últimas horas ayudan a despejar un poco el panorama. La siembra de gruesa se está desarrollando con escasez de gasoil, mientras el ministro de Economía y candidato presidencial indica que para el transporte público la provisión está garantizada, clara señal de donde estará puesto el foco”, reflexionan.
En el caso del agro también se necesitan reactivar importaciones, como las prometidas por Massa a dólar oficial para la industria petrolera. “Desde la semana previa a las PASO y hasta el momento de escribir este informe, ninguna empresa de insumos ha podido importar producto en ninguna de sus formas (principio activo o formulado)”, advirtió el informe, aunque aclaró que “todavía existe stock en la cadena, por la sequía del año pasado, por la sequía actual en algunas zonas, y por el stock que de alguna manera fueron haciendo los productores para refugiarse de la desvalorización del peso”.
En cuanto a la venta de granos, el nuevo dólar exportación (similar al dólar soja 4 pero generalizado para todas las exportaciones), “incentiva ventas pero también hay quienes esperarán al 19 de noviembre para tomar una decisión”, aclaran los consultores.
Para ellos, esta situación sumada a “la escasez de disponible de todos los granos producto de la sequía de la campaña pasada, sumado a los distintos dólares que aceleraron ventas, no hace más que calentar el mercado disponible, perjudicando sin dudas a quienes necesitan ese grano para alimento o molienda industrial”.
“Las decisiones y problemas en las empresas surgirán día a día . Lo que parece estar bien hoy puede no estarlo mañana y viceversa. Las decisiones dependerán de las noticias político-económicas y de la evolución del clima. Veremos este tipo de ‘funcionamiento’ mínimo los próximos 20 días y muy posiblemente posterior a esa fecha, dependiendo de quién gane la elección. Las empresas gastan mucha energía en solucionar “’a diaria’”, determina la visión de estos analistas.