Al productor Juan Balbín le sobra técnica y conocimiento para sacar adelante casi cualquier cultivo. Sus años como presidente del INTA e histórico integrante del movimiento CREA, lo han dotado de las herramientas necesarias para producir, independientemente del ambiente.
Es por esto que en los últimos tiempos se ha volcado al sorgo, desde una empresa que siembra el cereal en campos de la zona núcleo, ganandole la partida a maíces o sojas. Balbín ensaya la rotación sorgo girasol en lotes buenos, pero donde la soja se hizo inviable. Entonces mandó a jugar en primera al sorgo, cultivo que habitualmente se lo manda a los peores lotes posibles, ya que es famoso por su rusticidad y adaptación a condiciones severas de terreno.
Para el destacado agrónomo, la planta forrajera juega un rol muy importante dentro de la agricultura argentina, incluso antes de que se desatara el terror por la chicharrita y muchos vieran en el sorgo una alternativa al maíz.
“No vamos al sorgo de apuro, ni lo vemos como un reemplazo. Nosotros ya veníamos trabajando con sorgo, porque hubo dos quiebres tecnológicos por los que volvimos al cultivo. Entonces desde la empresa estamos trabajando con suelos muy buenos, pero también con un gran porcentaje de suelo muy pesado, duro, que a unos 30/40 centímetros hace de maceta. Es como si fuera una tosca pero con otras características”, dijo Balbín a Bichos de Campo.
Según el sembrador, a pesar de las características agronómicas de las áreas donde trabajan, el tipo de relieve en el que están ensayando con sorgo, queda descartado para implantar otros cultivos. “Cuando este suelo se seca no pasa nada y tienen una capacidad de retención de 70/80 milímetros de agua. Eso con este cambio climático y las paradas de lluvia de 20 ó 30 días, para soja, no es viable. Hace cuatro años en la mayoría de estos lotes tenemos fracasos en soja porque necesita más agua. El sorgo tiene una capacidad de sacar agua más profunda, entonces optamos por girasol y por sorgo”, detalló.
“El otro tema que tenemos es que al estar en la cuenca La Picasa, tenemos problemas en otoño de inundaciónes. Esta es otra gran complicación para la soja. El sorgo, con un sistema de orugas, como está mucho más alto podemos hacerlo y lo cosechamos. Hemos mutado a una rotación sorgo-girasol en el sur de Santa Fe”, explicó el productor.
Si bien el sorgo se adapta ciertas condiciones impensada para otros cultivos, Balbín contó que por las condiciones de degradación del terreno fue necesario apoyarse en la tecnología y poner en práctica sus competencias profesionales. “Son suelos muy pobres, que tienen ese problema serio de limitante y llegamos con dos grandes avances tecnológicos. Uno fue el gen que mutaron en sorgo, que nos permite usar todos los derivados de pivot, entonces nos da una herramienta enorme para todo lo que son gramíneas. Y el segundo elemento importante ahora la aparición de tolerancia a pulgón amarillo, que fue para nosotros el cisne negro de hace tres años, como el que hoy está sufriendo el maíz con la chicharrita. El sorgo no es un cultivo barato. Hay que ser igual de profesional que con un maíz, y necesita un monitoreo muy estricto por el tema del pulgón amarillo”, alertó Balbín.
Si un expresidente del INTA lo hace, habrá que escucharlo. Mirá la entrevista completa con Juan Balbín:
-Hay como un preconcepto de que es muy fácil hacer sorgo porque es aguantador ¿Por qué decís que requiere tanto profesionalismo?
–Así le fue. Hoy al sorgo hay que hacerlo con la misma tecnología, con el mismo profesionalismo que un maíz, con una expectativa de rinde acorde al suelo, que por ahí es mucho menor. Pero no lo podemos dejar así a la deriva, porque con el problema de malezas que hay y con el pulgón, es muy probable que no coseches. No requiere monitoreos cada cinco días, ni siquiera semanales, porque la explosión del pulgón, el momento más crítico fue a fines de diciembre, todo enero y parte de febrero. Pero si hay que estar muy atentos entre la decisión del monitoreo y la aplicación, si eso no se ajusta bien es muy complejo el manejo.
-¿Hace cuántos años incorporaron este tema de rotación sorgo- girasol? ¿Cómo comercializa después el sorgo?
-Anteriormente Villegas era la capital nacional del sorgo, hace 30 años. Eso después pasó, terminó siendo totalmente maicera. Con los maíces de segunda fecha nos parecía que habíamos solucionado los problemas. Teníamos tecnologías que nos permitían controlar y manejar mejor el sorgo. En la medida que estos suelos se siguieron degradando el sorgo se convirtió en una herramienta. Para nosotros el sorgo es una opción mirándola junto con el girasol, nosotros miramos el conjunto. No podríamos hacer girasol como monocultivo y no podríamos hacer sorgo como monocultivo. Entonces tenemos que estar mirando esa rotación y que esa rotación cierre. Y la verdad es que son muy compatibles porque los girasoles CL tienen tolerancia a los productos que usamos con pivot o los derivados.
A su vez, el técnico agrega: “El único tema que tuvimos este año fue que el sorgo presentó una sensibilidad a un agroquímico que usamos como pre-emergente en girasol. Y bueno, con un año tan seco como el pasado no se terminó de degradar y tuvimos alguna fito al arranque y después ya lo superó. Ahora estamos con una muy buena cosecha de sorgo este año”.
-¿Entonces hay mercado seguro para el sorgo?
Si, hoy el sorgo tiene mercado todo el año, que era otro de los problemas que teníaantes. Normalmente los valores terminaban de entrar en junio, julio y después se acabó el mercado. El año pasado hubo mercado todo el tiempo y lo que tenía muy interesante, que estábamos arriba del maíz .Este año no es así, estamos casi 15 dólares por abajo, pero igual es una opción. Tuvimos la enorme ventaja en los dos años anteriores, que China empezó a comprar sorgo fuertemente y el sorgo tenía un precio sobre el maíz de un 15 a un 20%. Entonces para nosotros el sorgo hoy es un negocio igual que el maíz.
-Hay una especie de corriente de fuga hacia el sorgo y vos dijiste recién que el cultivo requiere un manejo profesional y no se puede hacer en todos los suelos. ¿Tienes otro consejo para quienes están viendo al sorgo como una salida?
-Yo les diría que hay que profesionalizarlo y no usarlo como un escape ante el miedo, porque hoy la implantación no es barata y requiere toda una dinámica que si vienen acostumbrados al maíz no hay vuelta. O sea, una vez que sembraste y nació el sorgo, no hay control de gramínea posible o un control muy relativo con un paliativo. Entonces hay que hacer las cosas muy bien de entrada y manejar muy bien el tema del pulgón porque no está resuelto. Hoy ya hay sorgo tolerante al pulgón, pero solo tolerantes, no es algo que se terminó.
-Los grupos CREA están monitoreando esto ¿Contagiaste a otros?
-Sí, hay varios que están empezando a mirar el sorgo de una forma distinta. Hemos hecho infinidad de ensayos también subiendolo a ambientes muy buenos para mirar los techos, y la verdad que los techos están muy buenos, Lo que pasa es que también que en esos ambientes buenos tenemos maíz. Pero hemos probado y hemos tenido sorgo de 9000/9500 kilos (por hectárea) en esos ambientes que son maiceros. Requiere bastante nitrógeno, requiere fósforo y tiene la enorme ventaja con respecto al maíz, que tiene una plasticidad en la floración. El sorgo puede llegar a retener la floración durante 20 o 30 días de acuerdo al material y de acuerdo al ciclo, pero eso te permite un buffer de lluvia que con el maíz no se da.