Hace algunas horas, se oficializó el desembarco en Argentina de la empresa guatemalteca Siucom, con una promesa bajo el brazo bastante particular: Instalar sus propias redes de medición en todo Sudamérica para ofrecer reportes del clima en tiempo real, procesados y capaces de anticipar desde tiempos de cosecha, hasta las deudas que puede contraer el productor a futuro.
De lo que se jacta esta firma es de prescindir de la información satelital y, en vez de eso, trabajar con sensores in situ propios. Pero lo que vienen a vender no son equipos, sino un servicio de suscripción para recibir sus reportes todo el tiempo. “Como una suscripción de Netflix”, ilustró el gerente general de la compañía, Alejando Villavicencio, durante la presentación.
Así como Netflix ofrece nuevas series y películas para atraer suscriptores, la propuesta de Siucom es que sus modelos predictivos permiten tomar decisiones productivas, acceder a certificaciones y bonos verdes y hasta saber, con varios meses de anticipación, cómo van a ser las campañas subsiguientes.
“Vamos a poder impactar en las pymes, en pequeños agricultores, las economías regionales y la agroindustria de baja escala”, afirmó el empresario Juan Bautista Fernández, que es el dueño de Nueco SRL, la empresa que trae Siucom a Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay.
Consultado por Bichos de Campo tras el corte oficial de cintas, Fernández aseguró que van a mantener el mismo enfoque que tiene la empresa en Guatemala, Honduras y Costa Rica, que es servir de base para el mundo de las finanzas y las inversiones en sustentabilidad. De hecho, es el campo en el que se desempeña Nueco.
En concreto, la experiencia en otros países demuestra que tener mapeada y analizada la climatología de un productor, parcela a parcela, permite saber con bastante nivel de precisión dónde están sus puntos fuertes, pero también a qué riesgos se enfrenta y cuán probable es que sea moroso. “Si se te presta dinero es para que seas productivo, puedas pagar y puedas crecer. Ese es el modelo que da resultado”, expresó el empresario.
Tal como explicó Fernández a este medio, la semana próxima empezarán a operar los primeros 3 pluviómetros en el país, que servirán para las primeras pruebas piloto. Uno de ellos estará en Chacra B, una granja agroecológica de San Pedro, otro en Finca Vaca Muerta, en la localidad neuquina de Senillosa, y el tercero en San Juan.
Con ese pantallazo inicial, Siucom Argentina quiere empezar a contar con sus primeros datos en zonas agrícolas, mineras y de producción de hidrocarburos, y luego sí ampliar la red.
Para tener una idea de la magnitud que necesita este “Big Data” climático para tener información certera y en tiempo real, es ilustrativo el caso de Guatemala. Allí, Siucom cuenta con 2400 sensores distribuidos por todo el país, una diferencia abismal con los 60 que tiene el propio servicio meteorológico público.
Por eso es que hoy Siucom va más allá de ser sólo un “backup” a las microfinanzas. Ese fue el propósito inicial con el que Fundea, un importante grupo económico de Guatemala, creó a esta empresa en 2020, es decir, como modo de prever en dónde invertir, a quiénes prestar y dónde apostar por iniciativas sustentables.
En agricultura, que es donde concentran el grueso de sus 25.000 clientes, ya hablan de control de plagas, captura de carbono, acidez del agua y suelos y absorción de nutrientes. Pero, por fuera de eso, avanzan con proyectos a gran escala.
Ya han logrado anticipar, por ejemplo, cuándo va a mermar la producción de las centrales hidroeléctricas -que en Centroamérica son muy importantes-, y así planificar la cobertura y evitar comprar energía cara. Eso les ha valido de vínculos comerciales importantes en esas latitudes.
A gran escala, también están trabajando junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como fuente de información para establecer cómo las variables climáticas impactan en el PBI mundial.
“Data Analysis”, “Internet de las Cosas”, “Big Data”, y algoritmos. Siucom trabaja con conceptos que parecen muy futuristas, pero concretamente es un conjunto de dispositivos que recolectan información todo el tiempo, la remiten a una gran base de datos y, con modelos predictivos, la procesan para darle a cada cliente un pantallazo muy preciso de qué es lo que pasa en su zona.
Por eso es más que un servicio meteorológico privado, que te dice cuándo llueve, el nivel de humedad y la radiación, lo que importa en definitiva es qué información se provee y qué se hace con ella.
“No te voy a decir cuánto llueve, sino cuándo y cómo vas a mejorar tu caja”, expresó Hugo Villavicencio, presidente del grupo corporativo Fundar, en línea con su concepto rector de tomar decisiones con datos precisos y situados.
Y son negocios muy “jugosos”, porque abarcan desde certificaciones y proyectos sustentables hasta adelantarse a normativas internacionales o a importantes inversiones. Por eso se toman la molestia de instalar su propia red de sensores in situ, con el costo operativo y logístico extra que implica, y no miran solamente el satélite.
La idea, explicó el gerente general de Siucom, es que la distancia entre estaciones sea menor a 2 kilómetros a la redonda, para ser lo más precisos posibles y detectar diferencias, incluso, de un campo al otro o dentro de la misma ciudad. Eso explica por qué tienen cientos ya funcionando en Guatemala.
“Si decimos que el cambio es constante, la data también debería ser constante”, concluyó Villavicencio.