Hoy martes muchos administradores de fondos y carteras de inversión siguieron liquidan activos financieros “a dos manos” con el propósito de recortar pérdidas ante el posible advenimiento de una recesión global.
La desaceleración económica sería promovida por la eventual suba de tasas de interés de interés de referencia que tendrían que hacer las principales naciones del orbe para intentar contener la inflación luego de la creación masiva de dinero realizada durante la pandemia.
Pero no es el único ingrediente: sobre el horizonte también crece –tal como viene anticipando hace tiempo Bichos de Campo– el escenario de una disrupción global generada por una invasión de Taiwán por parte de China.
Mañana miércoles entrará en vigencia una orden, firmada por el presidente de China, Xi Jinping, que habilita el uso del ejército de esa nación para operaciones no-militares con el propósito de “proteger la vida y las propiedades de las personas, salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo nacionales, así como salvaguardar la paz mundial y la estabilidad regional”.
Un artículo publicado por Radio Free Asia, medio financiado por EE.UU., indicó que la orden puede indicar que el gobierno chino se está preparando “para invadir la isla democrática de Taiwán bajo el pretexto de una operación especial no clasificada como guerra”.
Taiwán nunca ha sido gobernado por el Partido Comunista Chino ni ha formado parte de la República Popular China y la mayor parte de sus 23 millones de habitantes no desean renunciar a su soberanía o estilo de vida democrático. Sin embargo, el gobierno chino liderado por Xi Jinping considera que es parte de su territorio y en los últimos años viene aprovechando su creciente influencia comercial para aislar diplomáticamente al gobierno de la isla.
La República de Taiwán es reconocido como Estado por apenas catorce países –uno de los cuales es Paraguay– porque el gobierno chino realiza intensas presiones para que esa lista se reduzca a cero. El último país en romper relaciones diplomáticas con Taiwán fue El Salvador en agosto de 2018
Un conflicto bélico entre China y Taiwán generaría una disrupción comercial entre China y EE.UU. que cambiaría por completo el mapa geopolítico del mundo tal como lo conocemos.
Por otra parte, un conflicto bélico en la zona de influencia del sudeste asiático –tal como sucede actualmente en el Mar Negro luego de la invasión rusa a Ucrania– obstaculizaría por demás la logística comercial en muchas naciones de la región.
Vale también recordar que Taiwán es el principal fabricante mundial de semiconductores, un activo estratégico que, luego de la pandemia, escasea en el mercado global y su acceso podría tornarse aún más problemático en caso de que el gobierno chino decida invadir la isla.
Desde fines de 2020 China incrementó a niveles inéditos las importaciones de productos agroindustriales y alimentos, además de aplicar un programa nacional de racionamiento de alimentos –denominado “Platos Limpios”– que parecía no tener lógica alguna hasta el advenimiento de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
En ese marco, los principales índices de commodities globales, que reflejan la cotización de contratos futuros de materias primas energéticas, metalíferas y agroindustriales, vienen cayendo con fuerza en lo que va de la presente semana.
Luego de las importantes pérdidas registradas ayer, hoy martes los futuros agroindustriales del mercado CME Group siguieron cayendo. El contrato de Soja CME Julio 2022 finalizó en 624,1 u$s/tonelada con una baja intradiaria de 3,4 u$s/tonelada, mientras que el Maíz Julio 2022 se defendió mejor para terminar en 302,4 u$s/tonelada con una caída de 0,8 u$s/tonelada.